Un paseo por El Pópulo es toda una experiencia. El barrio más antiguo de la ciudad, y de Occidente, dicen, recoge, en apenas unas angostas calles y coquetas plazas, tres mil años de historia. En pleno corazón de la ciudad, este enclave se halla entre dos catedrales, alberga las criptas en las que se encuentran enterrados Manuel de Falla y José María Pemán, ofrece un Teatro Romano, tres arcos medievales, la Casa del Almirante, palacete en proceso de transformación a hotel, y la Torre del Reloj, para quienes quieran disfrutar de unas vistas inigualables de la ciudad, o el legendario callejón del Duende, con una historia para románticos recalcitrantes y amantes de lo paranormal. A dos pasos, el Mercado de Abastos.
El patrimonio humano convierte definitivamente este pedacito de Cádiz en un lugar excepcional. Antonio Gallardo representa la idiosincrasia del barrio, acogedor, amable, inquieto, emprendedor, tolerante pero inconformista. Ahora, se le ha ocurrido organizar la primera Feria del Producto del Pópulo del 23 al 25 de mayo y del 30 de este mes al 1 de junio, para visibilizar la oferta comercial y hostelera con la que cuenta.
Impulsada por la organización que preside, Plataforma de vecinos y amigos de El Pópulo, y la Asociación de Comerciantes de El Pópulo, con Jonathan Cantero a la cabeza, participan, como no podía ser de otra forma, El Malagueño y Gorrión Wine Bar, establecimientos que regentan uno y otro, respectivamente, con bebida y tapa a un precio ‘indecente’ para la calidad del producto, así como La Mariquita Mala, El Rincón de los Canallas, Taberna Seblon y Merykele, aunque se espera que todavía se sume algún otro local.
“Queremos vacilar de barrio”, dice Gallardo. “Vamos a competir con ferias y comuniones”, advierte Cantero. Pero ambos tienen claro que la cosa irá bien. El Pópulo ya es destino obligado de gaditanos y visitantes. “En cinco años, será la milla de oro de Cádiz”, asegura el presidente de los comerciantes. Y pone ejemplos de la pujanza del sector en unas calles frecuentadas por turistas. “En apenas dos años, Fabio Rufino ha pasado de tener un solo comercio a contar ahora con cuatro”.
No obstante, ambos consideran que es preciso un poco de mimo por parte de las administraciones. La Junta de Andalucía tiene pendiente la restauración y ampliación del Teatro Romano y el centro de interpretación. El Ayuntamiento debe reforzar la limpieza y poner coto a la proliferación de viviendas turísticas. Y el Obispado de Cádiz se comprometió con las obras del Arco del Pópulo. “Confiamos en que todo se lleve a cabo”, coinciden Gallardo y Cantero, porque de todo esto depende, igualmente el presente y el futuro de un barrio que se convirtió en epicentro de la lucha contra la turistificación y que defiende la esencia de Cádiz, el turismo de convivencia y la libertad. De hecho, pasada la feria, habrá que trabajar en el Día del Orgullo a finales de junio.
