Portugal.- Portugal celebra sus terceras elecciones en tres años bajo la sombra otra vez de la ingobernabilidad
Vivienda, sanidad y corrupción han marcado la campaña de unas elecciones que no pueden volver a repetirse hasta dentro de un año
MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Portugal acude este domingo a las urnas por tercera ocasión en tres años bajo la sombra otra vez de la ingobernabilidad, una vez las encuestas no prevén importantes cambios con respecto a las pasadas elecciones anticipadas, convocadas tras no superar el primer ministro conservador Luís Montenegro una moción de confianza sobre un posible conflicto de intereses en torno a sus negocios familiares.
Así, en la última publicada esta semana, la coalición de Montenegro --Alianza Democrática (AD)-- continúa al frente con una intención de voto del 32 por ciento, una cifra superior a la de 2024 y que propició una frágil gobernabilidad en la que dependía de la abstención de los socialistas para poder sacar adelante su programa.
El gran beneficiado de aquellas elecciones volvió a ser el ultraderechista Chega, que se afianzó claramente como tercera fuerza política, si bien Montenegro continúa descartando cualquier alianza aun a riesgo de no contar como pasó en 2024 con una mayoría estable, que en esta ocasión podría lograr con Iniciativa Liberal.
En esas el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, ha animado a la ciudadanía a que acudan a votar pensando en la estabilidad de Portugal, pero también en la de Europa. "El mundo está como está, no está fácil, está más difícil que hace un años", dijo el pasado domingo cuando acudió a dejar su voto de manera anticipada.
Ante la posibilidad de que ningún candidato logre mayoría suficiente, Rebelo de Sousa ha recordado a los portugueses que no habrá nuevas elecciones durante los próximos doce meses, ya que la Asamblea no puede ser disuelta ni en los primeros seis meses de mandato presidencial ni en los últimos seis, como es su caso.
A pesar de esta volatilidad política, que podría no quedar solventada con estas elecciones, Portugal ha venido gozando de cierta estabilidad económica desde 2016. No obstante, entre la población, los bajos salarios y el difícil acceso a la vivienda siguen pesando más que el crecimiento anual del 2 por ciento de su PIB.
UNAS ELECCIONES QUE NO QUIERE NADIE
Bajo la amenaza de una comisión parlamentaria, Montenegro convocó una moción de confianza en la Asamblea después de que la prensa revelara que una consultora familiar había estado recibiendo pagos de hasta seis compañías que hacían negocios con el Gobierno, lo que llevó al presidente Rebelo de Sousa a adelantar elecciones.
Montenegro, que llegó al poder tras unas elecciones anticipadas por un caso de corrupción que salpicó al ex primer ministro António Costa y que se ha quedado en nada, siempre ha negado haberse beneficiado y ha recordado que antes de asumir el liderazgo de su partido, cedió las acciones de esta empresa a su mujer e hijos.
Una jugada arriesgada la de convocar elecciones, aunque controlada, pues nadie en Portugal quería ir a las urnas. Ni los socialistas tras su derrota en marzo de 2024; ni Chega, que podría bajar algún punto porcentual en favor de la coalición de Montenegro debido a esa incertidumbre parlamentaria de la que tanto se alerta.
VIVIENDA, SANIDAD Y CORRUPCIÓN, GRANDES EJES DE CAMPAÑA
Montenegro ha pedido a los electores que le permitan continuar con su programa, que incluye recortes de impuestos, promesas de mejoras en el debilitado sistema de salud, o un endurecimiento de las políticas migratorias, claro guiño hacia esos votantes de Chega, cuyo líder, André Ventura, ha tenido que dejar antes la campaña por problemas de salud.
Sin embargo, si en el caso de Montenegro sus detractores le reprochan un acercamiento a los postulados de la ultraderecha para captar el voto en esos sectores, entre la izquierda acusan al líder de los socialistas, Pedro Nuno Santos, de moderar su discurso en un intento por hacerse con el voto de centro.
Los socialistas se mantienen en cifras similares a las de 2024, obteniendo, según algunas de las últimas encuestas, entre el 26 y el 28 por ciento de los apoyos, mientras que el resto de fuerzas a su izquierda continúan estancadas.
El líder de los socialistas ha aprovechado el gran apagón de finales de abril para erigirse como alternativa ante la incapacidad, a su juicio, de Montenegro para gestionar grandes crisis. "Faltó voz de mando y de tranquilidad", dijo entonces.
Santos ha prometido reforzar el sistema de salud con la contratación de más médicos y personal sanitario e incluyendo dentro de la red pública servicios como el odontológico y de salud mental, así como mejoras en los planes de rebaja de impuestos para los jóvenes de 35 años. Al igual que Montenegro, apuesta por la construcción de más vivienda para abaratar la actual demanda.