El Barrio Bajo de Arcos ha vivido con alegría y ausencia de incidentes graves una Velada de María Auxiliadora que ha contado con ingredientes sobrados para agasajar a la población. Y todo a pesar de su coincidencia con la Feria del Caballo de Jerez que suele desplazar a gran parte de la población. La primera fiesta del barrio quedó inaugurada la noche del pasado jueves con el encendido del alumbrado extraordinario a la altura de la rotonda de La Igualdad, junto al IES Guadalpeña, de lo que se encargaría cumpliendo el programa anunciado la familia Pérez Blanco, conocida sobre todo por su faceta como empresarios del propio barrio. Todo ello en presencia de la Corporación municipal con su alcalde, Miguel Rodríguez, presidiendo las convocatorias de una noche de calado institucional que pondría punto y seguido con una copa de bienvenida en la caseta municipal. La comitiva se trasladó hasta la caseta instalada un año más en la Plaza de La Caridad para escuchar atentamente a la antología carnavalesca de los Molinas que acabaría ambientando el recinto con sus ecos de febrero.
Junto a la inauguración, la zona de los populares ‘cacharritos’ se llevaría la palma con cientos de niños ávidos de subir a las atracciones y sentir su vértigo. Otra imagen de fue la cantidad de puestos de artesanía y otros artículos instalados cerca del parque Europa, que así ofrecieron otro aliciente para visitar la feria.
El viernes de feria se pudo bailar desde mediodía en la caseta municipal al ritmo de la orquesta Zafiro; por la noche serían el rapero JP Fernández y el dj Paco Moreno quienes ambientarían la velada entre los jóvenes. La música fue igualmente protagonista el sábado con el grupo arcense Jonás y la Banda del Patio y con el sanluqueño Gonzalo Alhambra. El domingo fue el día reservado para el concurso de baile por sevillanas con su entrega de trofeos y se ha previsto el fin de fiesta con Víctor Iniesta.
Fervor en el barrio
El sábado tarde tomó un cariz religioso con motivo de la onomástica de María Auxiliadora cuya sagrada imagen saldría en procesión desde su parroquia con signos de solemnidad y fervor popular. María Santísima realizaría su estación por las calles del barrio luciendo un manto de flores rosas y blancas, y acompañada por la Banda municipal de Música ‘Vicente Gómez Zarzuela’, por hermanos de ‘La Borriquita’ y miembros de la asociación parroquial de María Auxiliadora que organiza la procesión. La también hermana mayor honoraria de la hermandad de Cristo Rey fue portada por una cuadrilla mixta de hombres y mujeres del barrio que con su esfuerzo le profesan su cariño y admiración. La Virgen era objeto de sus clásicos cultos que tocaban fin con la función principal de instituto en María Auxiliadora.
