Madrid ha dado un paso más en su apuesta por el flamenco. Al margen de las polémicas de si es capital del género o no, pues una cosa es ser cuna y otra el gran escaparate al mundo, lo que sí es cierto es que tanto las administraciones como las empresas privadas no cesan en fomentar actuaciones en directos de distintos formatos. A los tablaos, con funciones diarias, a las actividades de sus distintas peñas o la prestigiosa programación del Círculo Flamenco, así como la oferta en los diferentes grandes teatros como La Zarzuela o La Latina, ahora hay que sumarle la Bienal de Flamenco que comenzó el pasado viernes, 23 de mayo, bajo la dirección del coreógrafo Ángel Rojas, con un espectáculo dedicado a la Fiesta de la Bulería de Jerez.
El aforo completo diez días antes del estreno (unas mil setecientas entradas vendidas), gran expectación y público queriendo adquirir billetes hasta última hora. La función, dirigida por el flautista Juan Parrilla y con la importante presencia musical de Pepe del Morao, contó con el cante de Jesús Méndez, Juana la del Pipa, jóvenes como Manuel de la Nina, Pedro y Luis Chanquita, Rocío Valencia, Juana del Mono y Tamara Malena, las guitarras del propio Pepe y Rubén Martínez, el compás de Pirulo y Markito Carpio, la percusión de Perico Navarro, y el baile de La Yoya y Juana de la Curra, y un maestro de ceremonias de lo más mediático como Tomasito.
“Todo fue como una fiesta, el Circo Pricepermite eso, que sea como un coro en el centro y desde que comenzó la función todos estaban en escena, compartiendo momentos que el público supo valorar y por eso al final se ovacionó a cada uno de ellos. Tía Yoya y Juana de la Curra la formaron, El Pirulo bailándole a Juan Parrilla… la música gustó tanto que se preguntaban si estaba grabada en algún disco. La crearon para el espectáculo”, comenta para este medio la compañera en Madrid María Larroca, que además asumió la producción del espectáculo que abrió la primera edición como algo histórico.