De más de un centenar a tan sólo una decena. Esa ha sido la evolución del número de nuevas viviendas de uso turístico (VUT) inscritas en el Registro Oficial de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía desde abril a mayo de este año 2025. La reducción a la décima parte de un mes para otro se ha debido, muy probablemente, a la entrada en vigor el pasado 3 de abril de la nueva normativa estatal. En previsión, se aceleró el número de inscripciones en abril, y tras la aplicación de la disposición ha caído de forma muy significativa.
El día 3 de abril de 2025 entró en vigor la Ley Orgánica 1/2025, de 2 de enero, de Medidas en Materia de Eficiencia del Servicio Público de Justicia. Esta norma incluye una nueva obligación para los propietarios de viviendas de uso turístico (VUT) o de alquiler vacacional: antes del inicio de tal actividad económica deben obtener el permiso de su comunidad (al menos tres quintas partes de los vecinos).
Posteriormente, el Congreso ha aprobado una proposición no de ley presentada por Sumar que tiene por objeto dar más facilidades a las comunidades de vecinos para limitar el uso de viviendas residenciales como pisos turísticos, una iniciativa que ha salido adelante con el voto a favor del PSOE, la abstención de Vox y el ‘no’ del PP.
En concreto, la Comisión de Justicia ha aprobado una proposición no de ley de Sumar para adoptar medidas que faciliten los trámites para registrar los acuerdos de modificación de los estatutos de las comunidades de vecinos relativos a la limitación del uso turístico de viviendas residenciales.
Así, se insta al Gobierno a estudiar y adoptar las medidas necesarias para facilitar y agilizar los trámites necesarios para realizar la inscripción registral de los acuerdos que adopten las comunidades de vecinos en torno a la limitación del uso de viviendas residenciales como pisos turísticos.
También se plantea la adopción de las medidas necesarias para establecer criterios «claros y objetivos» para la determinación de los aranceles registrales, que eviten la interpretación subjetiva y la aplicación de tarifas desproporcionadas.
Por último, la propuesta insta al Ejecutivo a limitar o bonificar los aranceles registrales aplicables a la inscripción de los acuerdos de prohibición de pisos turísticos en comunidades de propietarios, de modo que se aligere la carga económica que supone este trámite, pues Sumar dice que es «muy oneroso» para las comunidades de propietarios, con el fin de que la voluntad de los vecinos pueda ejecutarse sin impedimentos económicos.
Es en esta batería de medidas, entre las que hay que incluir en una línea similar el Decreto-ley 1/2025, de 24 de febrero, de la Junta de Andalucía sobre Medidas urgentes en materia de vivienda, donde se encuentra la explicación de la mayor caída registrada hasta la fecha en el número de nuevas viviendas turísticas en Sevilla capital y no tanto en el acuerdo municipal de limitación de las mismas, adoptado en el Pleno del 17 de octubre de 2024, ya que tras el mismo el ritmo de inscripciones nunca decayó.
La exigencia de contar con la aprobación previa de la Comunidad de Propietarios es un obstáculo difícil de salvar, ya que generalmente a los vecinos no les gusta la existencia de un piso de estas características, con la continua entrada y salida de visitantes desconocidos incluso en horas intempestivas y la conducta de unas personas que acuden a disfrutar y no tienen en cuenta el horario laboral de la mayoría de residentes.
Aun así, y con la permanente duda de si se ha logrado el permiso previo de la Comunidad, se han inscrito en el mes de mayo de 2025 una decena de nuevas VUT que en principio damos por válidas conforme a los criterios geográficos fijados por el Ayuntamiento de Sevilla. Otras seis, por hallarse en el Casco Antiguo, no cumplen los requisitos municipales. Y sí los cumplen dos en este mismo distrito por estar en un barrio (el Museo) calificado todavía como de crecimiento acotado.
El efecto mancha de aceite también ha quedado contenido, ya que hay cuatro distritos municipales sin ninguna inscripción de nuevas viviendas turísticas: Norte, Este, Sur y Cerro-Amate.
