Tras la sonada -aunque esperada- ausencia de Isabel Pantoja en la Primera Comunión de su nieta Ana el pasado domingo, y de que Kiko Rivera confesase con un desgarrador mensaje en sus redes sociales que la falta de su madre en un día tan especial le ha hecho "tocar fondo", "perder el control" y que "algo se rompiese dentro de mí", la tonadillera ha reaparecido en un lugar muy sigfinicativo para ella.

Después de años sin visitar El Rocío, la cantante de 'Se me enamora el alma' ha regresado a su casa en la aldea almonteña. Era Antonio Rossi el que revelaba este miércoles en 'Vamos a ver' el paradero de Isabel, asegurando que su vuelta nada tenía que ver con la romería de la Virgen del Rocío para ver su salida de la ermita este domingo de madrugada: "Se trata de un viaje programado. La visita tiene unas connotaciones muy especiales, acude por muchos motivos por lo que va a venir en los próximos meses, y hasta aquí voy a leer" apuntaba el periodista.

Horas después, el programa 'TardeAR' emitía unas imágenes de la artista rezando ante la 'Blanca Paloma' en compañía de su peluquero Antonio Abad, y de su amiga Cristina 'la pilota', grabadas por una testigo que revelaba que durante el cuarto de hora que permaneció en el templo estuvo todo el rato llorando y rezando muy emocionada.

El motivo, como ha adelantado Rossi este jueves en el programa presentado por Joaquín Prat, sería que estaría despidiéndose de su casa en El Rocío, testigo de tantos momentos importantes en la vida de la cantante. "Como dije, el viaje tenía unas connotaciones especiales y lo ha hecho coincidir con esta fecha tan especial. Ha elegido la romería porque sabe que, posiblemente, la próxima vez que vuelva ya no tenga allí su casa" ha desvelado.

"Ha vuelto al Rocío porque van a recoger sus cosas, van a cerrar la casa y no van a volver" ha afirmado rotundo, explicando que dicha propiedad forma parte del lote -junto a Cantora y el piso que posee en Sevilla- que presentó como aval para saldar sus deudas. "Lo que va a pasar en los próximos meses es que, posiblemente, cuando ella vuelva a El Rocío, si vuelve, ya no estará en su casa", ha desvelado el colaborador.

Una visita muy significativa durante la que Isabel ha optado por encerrarse a cal y canto en la casa que posee -hasta dentro de muy poco- en la aldea. A pesar de que se encontraría en el interior, las persianas de la residencia están cerradas a cal y canto, e incluso se aprecia un candado en la puerta.

Sin embargo, en la tarde de este jueves se encendían los farolillos del porche, lo que indicaría que efectivamente Pantoja está despidiéndose del que ha sido uno de sus grandes refugios, y que ha intentado conservar hasta el último momento.