El jueves pasado fue un día duro para los socialistas, principalmente para los afiliados de base o simpatizantes del PSOE que tienen por bandera ser de izquierdas y progresistas. Se destapó uno de los mayores episodios de corrupción política dentro del PSOE. Los tres chorizos, declarados a través de conversaciones grabadas por Koldo y destapada por la UCO, se han retratado ante la sociedad y ante los suyos como verdaderos sinvergüenzas (Koldo y Ábalos ya llevan tiempo). Es curioso como Koldo ha ido grabando desde hace casi 15 años todos los audios y mensajes de WhatsApp que ha ido realizando con el ex ministro Ábalos y con el secretario de organización del partido socialista, Cerdán. A la par que trincaba, iba dejando huellas para que, cuando le hiciera falta, tuviese datos suficientes para demostrar que también estaban Ábalos y Cerdán en el ajo. Quizás pensara que ello le podría salvar o ayudar algún día.
Hay que ser muy sinvergüenza, muy chorizo y delincuente para hacer eso, porque se trata de conversaciones privadas. Los otros dos implicados -que también recibían mordidas-, no tendrían ni idea que este pájaro los estaba grabando. Tiene material Koldo para dar y tomar. Y no se entiende cómo, si estaba en el complot, grababa las relaciones telefónicas entre ellos porque también se vuelven en su contra. No hay que ser muy listo para saber que si grabas, creas datos que la Guardia Civil puede descubrir. Claro que en esta ocasión estoy seguro que los datos del informe de la UCO se los ha aportado el propio Koldo en connivencia con el Juez y fiscal para posibles reducciones de penas.
Otra cosa que me llama la atención es lo fácil que se conocen y difunden los datos de la UCO nada más abrirse el secreto de sumario de parte de la trama que se custodia en sede judicial. Antes de que el juzgado actúe, ya se ha remitido a la prensa todo lo que hay que saber, grabaciones entre personas, etc. Juicio paralelo le llaman a eso. El jueves, la cara del presidente del Gobierno era todo un poema. Tiene que ser muy duro conocer qué, después de Ábalos, tu actual mano derecha también te ha traicionado y ha estado engañándote durante años. La honradez por los suelos. Ayer fue un día duro para los socialistas, pero para Sánchez quizás fue su peor día desde que está en política.
Hizo bien en no dimitir. Hizo bien en declarar lo que declaró y todos conocemos, e hizo bien en decir que a la legislatura le quedan aún dos años. Revés para el PP que está loco porque Sánchez dimita o convoque elecciones. El país va bien, la economía fenomenal, el empleo por las nubes, se han aprobado leyes sociales muy importantes y lo que queda. Y esto que ha pasado hay que aborrecerlo y condenarlo, que fue lo que hizo el presidente. Sánchez, como secretario general del PSOE, que debe abrir ahora una investigación a fondo para descubrir a todos los que estuvieron en la trama. Y no olvidemos que para que exista un político que trinca dinero hay un empresario, una empresa que se lo facilita para que se le adjudique contratos de obras. Es hora de identificarlos y denunciarlos y quitarles la adjudicación si fuese posible y prohibirle que participe en otras licitaciones.
Nadie habla de los chorizos de las empresas que dan dinero y se acercan al político responsable de las adjudicaciones para corromperlo. Les pasó al PP con la Gurtel que, por cierto, en 2026 se juzgan piezas de la Kitchen y la Gürtel, de ahí las prisas por hacer caer este Gobierno y poder manejar y afinar las sentencias… Este es el PP que urge coger el Gobierno para amañar toda la porquería que tiene con la Justicia. En esta macrocausa de corrupción del PP trincaba hasta el gato que tenían en la sede del partido. Que se vayan preparando porque hay mierda para rato. La corrupción, sea de donde sea, debe ser erradicada de raíz.
Solo si se demostrara alguna conexión con la presidencia del gobierno por sentencia firme, se podría pedir la dimisión del presidente Sánchez. Esperemos que todo se solucione y se esclarezcan las causas y se actúe sobre otra mucha gente que está detrás del presunto delito y que participan de una u otra manera en su comisión u omisión.