Normalizando sus cada vez más habituales visitas a España a pesar de la polémica que le rodea tras la publicación hace unos días de las memorias de Bárbara Rey, el Rey Juan Carlos se encuentra en Sanxenxo desde el lunes pasado.
Sin embargo, lejos de dejarse ver con normalidad como sí ha hecho en sus últimos viajes a la localidad, el Emérito está apostando por mantener un perfil bajo, y por el momento no se ha acercado al Real Club Náutico para comenzar los entrenamientos de cara a las regatas que se celebrarán este fin de semana y en las que, demostrando que está en plena forma a sus 87 años a pesar de sus evidentes problemas de movilidad, va a participar al timón de 'El Bribón'.
Envuelto en rumores de que podría abandonar Abu Dabi -donde se instaló en agosto de 2020- para mudarse a Portugal, y estaría buscando una residencia cercana a Estoril o Cascais que cumpla con las condiciones de privacidad y seguridad que necesita, Don Juan Carlos ha pasado los últimos días en la casa de Pedro Campos, donde ha recibido la visita de amigos y donde, todo apunta, estaría a punto de llegar algún miembro de su familia, como su hija la infanta Elena, o su hermana la infanta Margarita.
Sin embargo, que apenas haya abandonado el domicilio de su íntimo amigo no quiere decir que no esté disfrutando de la gastronomía gallega. Y fiel a su costumbre cada vez que viaja a Sanxenxo, un camión de una conocida marisquería de la zona ha llegado a la vivienda para surtir de alguno de sus mariscos y pescados favoritos al padre de Felipe VI para degustarlos en compañía de su núcleo duro en Galicia, a salvo de miradas indiscretas.
