Cuenta el dicho que tres días hay que relucen más que el Sol. Este Jueves de Corpus de 2025 se ha tomado el refrán al pie de la letra. Nada más y nada menos que 40 grados han rozado al mediodía los termométros de la ciudad de Sevilla. Una cuestión que ha provocado que sean muchos los sevillanos que se han lanzado a disfrutar del amanecer del Jueves de Corpus con el traslado de ida del Señor de la Cena al Palacio Arzobispal y con los primeros compases de la procesión; algo que no es tan habitual pero que en este año se ha aprovechado las temperaturas algo más bajas.
A pesar de las altas temperaturas, Sevilla demostró por qué esta se trata de una Fiesta Mayor para todos. Y es que el cortejo presentó una enorme afluencia de hermanos de las distintas hermandades con el objetivo de acompañar al Santísimo. Fueron varias las hermandades que superaron los 50 hermanos, algo que era habitual hasta hace unos años en las hermandades con más hermanos pero que este año ha sorprendido en muchas de las hermandades de penitencia.
En este 2025 se han introducido diversos cambios en la procesión del Corpus Christi, el más llamativo de ellos ha sido la vuelta de los costaleros a la Custodia. Se han estrenado por todo lo alto, con altas temperaturas en un paso que ya de por sí, es bastante pesado. Honor para ellos. Si bien es cierto que el resultado ha gustado por dar un toque más "cofrade" a una bellísima procesión, de cara a próximos años habría que ajustar tiempos de paso, que en ciertos momentos se ha ralentizado y que ha provocado algunos cortes en algunos puntos del recorrido. Nada por lo que echarse las manos a la cabeza, pero sí son pequeños detalles que mejorar.
Las calles han sido otro punto muy positivo. El nivel demostrado en escaparates, balcones y altares ha sido muy superior al mostrado en años anteriores y eso ha ayudado a realzar el paso del Santísimo Sacramento por las calles de Sevilla. Sobre todo en lo que re refiere a balcones, la participación ha sido mucho más alta y con un nivel muy superior, por lo que se ha podido disfrutar de un discurrir dignísimo de Su Divina Majestad.
Tras la bendición y el desfile de las fuerzas militares, regresó Santa Teresa al Santo Ángel, que presidió un altar a los pies de la Giralda y lo hizo con un ritmo algo más rápido de la cuenta. Ya por la tarde regresarán a sus templos la Virgen de la Hiniesta Gloriosa y el misterio de la Sagrada Cena, que se quedó por la mañana en el Palacio Arzobispal debido a las altas temperaturas.
