Anita Williams y José Carlos Montoya están viviendo una auténtica montaña rosa de emociones tras el fin de 'Supervivientes'. Aunque su actitud cómplice y romántica en Honduras parecía apuntar a que su reconciliación era un hecho, algo ha cambiado en el de Utrera a su regreso a España y a la 'realidad' para cambiar radicalmente de actitud con su exnovia.
Horas después de la gran final del reality, Alexia Rivas revelaba en 'Vamos a Ver' que la pareja estaba completamente rota por decisión del andaluz, que no la habría saludado cuando coincidieron en el hall del hotel en el que ambos se alojaban, sin dar ninguna explicación a la influencer de su frialdad.
En su reaparición ante las cámaras en el balance de la edición junto a los otros finalistas del concurso, Borja González -que se ha llevado el cheque de 200.000 euros- y Escassi, ambos aseguraban que estaba todo bien, aunque Montoya reconocía que ahora necesitaba tiempo para pensar y estar tranquilo, sin cerrarse a nada con Anita en un futuro.
Lo siguiente que supimos es que su relación estaba completamente rota, protagonizando una fuerte discusión entre gritos y lágrimas este jueves durante la gala final del reality presentada por Sandra Barneda, con la catalana confesando que está "muy decepcionada" con el andaluz "aunque se lo esperaba", y éste reprochándole que se había enterado de unos audios muy fuertes en los que el "machaque" contra él había sido muy "heavy".
Sin embargo, algo no cuadra. Y es que Europa Press siguió los pasos de ambos horas antes del debate, y su actitud transmitía cualquier cosa menos distanciamiento. A primera hora, ambos coincidían en un centro médico -para someterse a una analítica para comprobar que todo está bien tras tres meses en Honduas- y, en compañía de Borja, se iban a desayunar, derrochando risas y complicidad.
Sus planes no terminaban aquí, ya que a continuación se iban de compras juntos a una conocida tienda de la Gran Vía madrileña, como la propia Anita compartía en sus redes sociales. Y cargados de bolsas ambos regresaban a su hotel en el mismo taxi, que ella se quedaba pagando mientras el de Utrera iba entrando al hotel. ¿Qué ha pasado entonces para su actitud sea irreconciliable horas después? El misterio está servido, y hay quien apunta a un posible 'montaje' para seguir teniendo protagonismo tras 'Supervivientes'.
