La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, ha mantenido un encuentro con representantes de la Asociación Unidos por Santiago, presidida por Mercedes Narbona, para coordinar los preparativos de la próxima edición de la Velá de Santiago, que se celebrará del 18 al 23 de julio en espacios emblemáticos como la Plaza de la Merced, la Peña Tío José de Paula y los aledaños de la Iglesia.
Durante la reunión, la alcaldesa ha expresado su respaldo institucional al evento, reiterando el compromiso del Gobierno municipal con la revitalización del barrio de Santiago, uno de los ejes patrimoniales y culturales más importantes de la ciudad. Asimismo, María José García-Pelayo ha subrayado la labor participativa de los vecinos y colectivos del barrio, cuyo esfuerzo y propuestas están resultando fundamentales para impulsar un proceso de transformación urbana y social, arraigado en la identidad cultural del barrio.
Por su parte, la Asociación Unidos por Santiago trasladó durante la reunión sus principales demandas, centradas en la mejora de la seguridad, la activación del patrimonio, la puesta en valor de artistas locales y la dinamización cultural del entorno.
Desde el Ayuntamiento se recordó que ya se están desarrollando acciones concretas para potenciar la vida en este enclave del centro histórico jerezano, como la demolición de fincas en ruina, el refuerzo policial en zonas críticas, la integración del colectivo en la planificación de actividades culturales y turísticas, así como la puesta en valor de los espacios públicos para diversos usos.
La alcaldesa aprovechó el encuentro para recordar que la intervención en Santiago se está planteando desde una perspectiva integral, que combina actuaciones urbanísticas, sociales, culturales y educativas, con vistas a lograr un modelo de barrio más habitable, atractivo y lleno de vida. Finalmente, García-Pelayo recordó que todo este trabajo se enmarca en la candidatura de Jerez 2031, Capital Europea de la Cultura, y subrayó que alcanzar este título es una oportunidad histórica para hacer de la cultura una herramienta de cambio y transformación, que parta de la participación activa del vecindario, y que tenga como eje la mejora real de la vida de los ciudadanos y la proyección exterior de la ciudad.