La procesión del Corpus Christi, que representa a Jesucristo sacramentado, se vivió este año, si cabe, con mayor solemnidad gracias a los detalles estéticos incorporados al desfile y a la importancia conferida a este clásico tanto por la Iglesia como por el Ayuntamiento, que se tradujo en la ampliación de un recorrido que recuperó como antaño su paso por la calle Corredera. No obstante, las altas temperaturas acompañaron la procesión ante la actitud estoica de las numerosas personas que tomaron parte.
El paso de la Custodia, portado por una inaudita cuadrilla -hasta 40 cargueros entre los tres pasos-, salió de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción acompañado, además, de las sagradas imágenes del patrón de Arcos, San Miguel Arcángel, y de Nuestra Señora de la Esperanza, así como del apreciado ‘Lignum Crucis’ que es una reliquia de la madera de la cruz donde supuestamente fue crucificado Jesucristo. Todo ello tras la celebración de una Función Principal de Instituto y solemne misa que pondría colofón a los días de cultos en el templo para adorar a Jesús sacramentado. Una eucaristía en la que no faltó gran parte de la feligresía arcense y del equipo de Gobierno representado en primer lugar por el alcalde de la cuidad, Miguel Rodríguez, siguiendo todos atentamente las palabras evocadoras del párroco Manuel Jesús Ortiz.
En lo que concierne al Ayuntamiento, la Delegación municipal de Cultura y Patrimonio encargó adornos para las fachadas públicas y que se alfombrara parte del recorrido con el tradicional romero para dar mayor realce estético a la convocatoria de la Iglesia. Detalle especialmente comentado fue la presencia de los caballeros arcenses de la Orden de Nuestra Señora de Guadalupe que portaron el pendón municipal que recientemente ha sido restaurado, una de las piezas de mayor simbolismo e importancia patrimonial que custodia el Ayuntamiento. Si algo se echó en falta respecto a otras ediciones es un mayor número de niños y niñas de primera comunión.
En la parte musical, la procesión contó con la inestimable aportación de la Banda Municipal ‘Vicente Gómez Zarzuela’ y, como apoyo del ámbito cofrade, con una amplia representación de las hermandades de penitencia y de gloria de la ciudad.
La legendaria hermandad de La Sacramental, que data de los primeros años del siglo XVII, estrenaba también este año en el cargo de hermano mayor al conocido cofrade, vecino y exdelegado municipal Antonio Jorge Márquez, quien, pértiga en mano, formaría parte de la presidencia del cortejo junto a la representación de la Iglesia y la Corporación arcense.
