Tres semanas después de que el 5 de junio Circada arrancase en Las Setas de Sevilla y casi un mes desde sus primeras actuaciones en las extensiones de El Viso del Alcor y Utrera, el Festival Circada despide su XVIII edición con las mejores sensaciones posibles. Aunque aún quedan un par de actuaciones en las extensiones de Lebrija (25 de junio) y Montoro (26 de junio), el domingo 22 se puso broche final a la Sección Oficial en la capital hispalense con un programa doble que abordó dos espacios singulares en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla. Las compañías Libertivore y Paula Quintas trajeron propuestas de circo contemporáneo y experimental, en diálogo con un espacio monumental y patrimonial recién recuperado para usos culturales en Sevilla.
Este cierre supuso toda una declaración de intenciones de un festival que a través de unos 30 espectáculos distintos ha querido mostrar la diversidad de registros, estéticas y formas de abordar el circo actual. Desde propuestas callejeras con fuerte componente humorístico como las de José Luis Redondo o la Belle Ecole a la fuerza de los colectivos acrobáticos Eunoia, Spinish Circo y Siroco, pasando por la poesía circense de EIA, el circo flamenco de Chicharrón, el homenaje al circo clásico de Duoxcaso o la elevada técnica malabar de Zirkozaurre y Luichi Leal.
Con aproximadamente 15.000 espectadores en Sevilla y unos 5.000 en las extensiones (20.000 aproximadamente en total), Circada se mantiene como una cita cultural de gran aceptación popular, que también ha jugado con aforos muy variados, que han oscilado entre las 800 personas y las 90 de los espacios más íntimos como La Clessidra de Duoxcaso o el circo inmersivo de Paula Quintas. La organización destaca el contraste entre los espacios más céntricos y multitudinarios, como Las Setas, Alameda o Torre de los Perdigones, con los días en los que Circada se ha desplazado a zonas más periféricas para generar nuevas experiencias como festival, como los dos días en el Parque del Alamillo el 7 y 8 de junio, la jornada en el Parque de Miraflores, con cierre en Assejazz (20 de junio) o el último fin de semana en Artillería.
Un año más, el momento de mayor intensidad circense se dio durante Panorama Circada, del 12 al 15 de junio, cuando en apenas 4 días se ofrecieron 20 funciones en la calle, dos galas, seis showcases y cuatro actividades profesionales. Precisamente la presencia de 70 profesionales, 50 españoles y 20 internacionales, marca cada año este volumen de actividad, imprescindible para que se genere uno de los encuentros circenses de mayor relevancia en Europa, con repercusiones muy importantes para los artistas participantes. También en estos días se presentaron las seis coproducciones del festival y se disfrutaron cinco estrenos absolutos.
Como viene siendo habitual, los momentos más populares de Circada se dieron a partir del “hermanamiento” del festival con algunos de los proyectos pedagógicos de circo más enraizados de la ciudad, como La Nave, Puretas y Espacio Vacío, que volvieron a Las Setas para celebrar sus muestras de final de curso ante cientos de espectadores. Otro de los momentos álgidos y festivos del festival se volvió a dar en la Gran Gala Circada del Teatro Alameda, que volvió a registrar dos llenos. La conexión con el compromiso con la ciudad, y especialmente con el lado más social de Circada, se dio en un nuevo cabaret circense en el Centro Penitenciario Sevilla I, en el que participaron algunos de los artistas andaluces más destacados del momento.
Circada mira un año más al futuro, a la decimonovena edición, con parte de la programación ya diseñada y con un fuerte propósito de posicionamiento internacional. Los próximos meses serán decisivos para confirmar la tendencia de un festival que ha conseguido siempre crecer de forma moderada, pero constante.