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Vejer

Barbadillo Jazz Vejer: el embrujo del sur al ritmo del mejor jazz internacional

Del 26 al 28 de junio, Vejer se convierte en partitura y escenario, en refugio de sonidos que acarician el alma. Jazz en estado puro, con sabor a mar y a tierra

Novena edición del Festival Internacional de Jazz de Vejer

Novena edición del Festival Internacional de Jazz de Vejer

Novena edición del Festival Internacional de Jazz de Vejer

Novena edición del Festival Internacional de Jazz de Vejer

Novena edición del Festival Internacional de Jazz de Vejer

Novena edición del Festival Internacional de Jazz de Vejer

Novena edición del Festival Internacional de Jazz de Vejer

En Vejer de la Frontera, donde la cal blanca se funde con el azul del cielo y las callejuelas empedradas susurran leyendas de otras épocas, la música vuelve a tomar las riendas del alma. Del 26 al 28 de junio, este rincón gaditano se convierte en el epicentro de un festival que aúna excelencia musical, paisaje, gastronomía y alma: el Barbadillo Jazz Vejer celebra su novena edición con una propuesta que late con fuerza propia, alejada del ruido de los macroeventos, y que se saborea como un buen vino: con calma, con carácter y con los cinco sentidos.

Quien haya asistido a alguna de sus anteriores ediciones sabe que Barbadillo Jazz Vejer no es un festival al uso. Nació en 2016 del impulso compartido entre un músico y un publicitario que entendieron que el jazz, esa música que camina entre la libertad y la emoción, merecía un entorno como el de Vejer. Desde entonces, el festival ha crecido sin perder su esencia: ser un evento boutique, íntimo, hecho con mimo, donde cada concierto es una experiencia cercana, donde la calidad prima sobre la cantidad y donde la cultura encuentra cobijo en rincones de belleza desbordante.

Este año, los conciertos se reparten entre el coqueto Teatro San Francisco, situado en plena plaza del Mercado, y el Escenario Atamán, a los pies de la Muralla de la Segur, donde las notas flotan entre las almenas mientras el sol se despide sobre los tejados del pueblo. Son espacios accesibles, recogidos, que permiten al público rozar la emoción con la punta de los dedos, en contacto casi directo con los artistas.

Una programación con alma y virtuosismo

El festival arranca este jueves 26 con una propuesta cargada de simbolismo: Juan Medina, músico y compositor, eligió el Escenario Atamán para presentar por primera vez en directo los temas de su último trabajo, Fugaz. Una declaración de intenciones desde el título: lo efímero convertido en arte, lo intangible hecho canción.

El viernes, el turno es para la leyenda. El Peter Bernstein Quartet tomará el Teatro San Francisco para rendir tributo a Monk, su más reciente álbum, donde el guitarrista neoyorquino —uno de los grandes del jazz contemporáneo— se sumerge en el universo de Thelonious Monk con maestría y respeto. Bernstein, con más de tres décadas de carrera, estará acompañado por figuras del calibre de Danny Grissett al piano, Doug Weiss al contrabajo y Bill Stewart a la batería: una formación de lujo en un escenario que se torna templo.

El viernes también brilla por partida doble en el Escenario Atamán: Alba Armengou, joven cantante y trompetista catalana, trae consigo Blancos y Grafitos, una obra que fusiona canción de autor y folclore latinoamericano con una frescura conmovedora. A continuación, la escena se llena de ritmo y virtuosismo con el cubano Alain Pérez y su Orquesta, en una explosión de salsa, jazz latino y flamenco. Pérez, cuatro veces nominado al Grammy Latino y colaborador de artistas como Celia Cruz o Paco de Lucía, hará que la Muralla vibre al son del Caribe.

El sábado por la mañana, la música saldrá a las calles. Pasacalles y pequeñas bandas convertirán las terrazas y plazas de Vejer en un mapa sonoro, llenando de swing y alegría cada rincón. Será el preludio perfecto para una tarde estelar. El Daniel García Trío, liderado por uno de los pianistas más aclamados del jazz europeo —galardonado por la Académie du Jazz de Francia— abrirá la jornada en el Teatro San Francisco con una propuesta donde el flamenco se enreda con el jazz moderno, el pop y la música clásica.

Y como colofón, una estrella funk: Nik West, la bajista, cantante y compositora que ha enamorado a leyendas como Steven Tyler o Lenny Kravitz, desplegará su carisma y virtuosismo sobre el escenario Atamán. “Una artista del siglo XXI que no carece de virtuosismo”, dijo de ella el crítico Alex Henderson. En Vejer, Nik traerá su explosiva mezcla de funk, soul y presencia escénica en un espectáculo que promete cerrar el festival por todo lo alto.

Mucho más que música

Acudir a Barbadillo Jazz Vejer es una experiencia sensorial que trasciende lo estrictamente musical. Es pasear por uno de los Pueblos Más Bonitos de España, entre patios repletos de flores, molinos de viento y miradores donde el horizonte parece un cuadro. Es probar el atún rojo de almadraba, la vaca retinta, el pan moreno, el cuscús andalusí o los vinos de Bodegas Barbadillo, que no solo da nombre al festival, sino que participa activamente de su organización, maridando cada jornada con sus caldos sanluqueños.

Es también una excusa para descubrir la provincia gaditana en su esplendor: desde la playa de El Palmar, a tan solo unos minutos, hasta el Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate, pasando por destinos cercanos como Conil, Zahara de los Atunes, Tarifa o el tesoro arqueológico de Baelo Claudia. Y si se busca la frescura del interior, la Sierra de Grazalema y el Parque Nacional de los Alcornocales completan un viaje que se convierte en una oda al sur.

La música como motor social

Una de las claves del éxito de Barbadillo Jazz Vejer es su compromiso con el entorno. Gracias a la colaboración de entidades como la Fundación La Caixa, el festival mantiene una dimensión socio-cultural, acercando la música en vivo a colectivos de zonas rurales y apostando por una descentralización cultural efectiva, en la que el arte no sea un privilegio urbano, sino un derecho accesible.

En ese espíritu nació este proyecto, y ese mismo espíritu sigue guiando cada edición. Jazz Vejer no es solo un cartel de lujo, es también una invitación a vivir el arte desde la cercanía, a disfrutar sin prisas, a emocionarse en comunidad.

Una cita fugaz y eterna

Barbadillo Jazz Vejer es fugaz —apenas tres días—, pero deja una huella profunda. Cada nota resuena más allá de los escenarios, en el eco de las calles, en las conversaciones que siguen tras los conciertos, en la mirada de quien descubre que la belleza puede ser compartida sin multitudes.

Del 26 al 28 de junio, Vejer se convierte en partitura y escenario, en refugio de sonidos que acarician el alma. Jazz en estado puro, con sabor a mar y a tierra, con sol y con duende. Una cita para quienes buscan lo auténtico, lo bello, lo íntimo. Una cita para dejarse llevar.

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