La
Catedral de Sevilla ha acogido esta mañana una
misa de acción de gracias por la
reapertura de la mina de Aznalcóllar y que ha presidido el
arzobispo, Saiz Meneses, en la simbólica
parroquia del Sagrario, donde los mineros pasaron
270 noches encerrados tras el desastre del vertido de Boliden que terminó con el cierre de la explotación y que ahora reabrirá tras la autorización por parte de la Junta de Andalucía.
A la misa de acción de gracias ha acudido una gran representación del
pueblo de Aznalcóllar, encabezada por su alcalde, Juan José Fernández, uno de los mineros que protagonizaron aquel largo encierro, y han acudido, entre otras autoridades, el
consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, y la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo.
El arzobispo se ha apuntado que el objetivo de esta eucaristía era “muy especial:
dar gracias a Dios por la inminente apertura de la mina de Aznalcóllar, tras veintisiete
años de sufrimiento, de lucha y esperanza”, recalcando la importancia de que se celebrara en la parroquia del Sagrario, “
testigo silencioso de tantas noches de vigilia, oración, dolor y dignidad”.
“Aquí, durante más de
270 noches, los mineros de Aznalcóllar y sus familias encontraron no solo un
refugio físico, sino también espiritual. La Iglesia les abrió las puertas, porque el corazón de la Iglesia siempre ha estado
abierto al sufrimiento del pueblo, como una madre que no abandona jamás a sus hijos. Hoy regresáis a esta misma casa, queridos aznalcolleros y aznalcolleras, no ya con el ceño fruncido por la incertidumbre, sino con el
alma henchida de esperanza”, apuntaba Saiz Meneses en su homilía.
“
La reapertura de la mina no es una meta, sino un nuevo comienzo. Un comienzo lleno de retos, de exigencias, de trabajo responsable, pero también de
grandes oportunidades. Hoy el pueblo de Aznalcóllar puede mirar al futuro con
dignidad recuperada”, apuntaba el arzobispo, que no se ha olvidado del
cardenal Amigo Vallejo, que fue quien realizó el ofrecimiento de la parroquia hace 27 años.
Según Saiz Meneses, “se han cumplido, según las autoridades competentes,
todos los requisitos para garantizar un desarrollo sostenible. No hay contradicción entre trabajo y ecología, cuando ambos se integran en una visión cristiana de la dignidad humana y la responsabilidad sobre la tierra”, decía sobre la decisión de autorizar la explotación a la empresa Minera Los Frailes.
”Hoy habéis venido hasta esta Catedral varios centenares de personas desde Aznalcóllar, y
lo hacéis en unidad, sin distinción de ideas, unidos por un motivo noble. Esto es ya un signo precioso del Reino de Dios: ver a
trabajadores, autoridades, creyentes y no creyentes, todos compartiendo el mismo banco, rezando a un mismo Padre. Así se construye la paz social, así se edifica una
sociedad reconciliada”, concluía su homilía el arzobispo de Sevilla.