Cazorla ha dado el pistoletazo de salida a la 29 edición de BluesCazorla, el primero de los festivales del programa “Jaén en Julio”, una propuesta cultural impulsada por la Diputación Provincial que convierte a la provincia en un gran escenario musical durante todo el verano.
Sin embargo, la inauguración no ha sido solo una fiesta musical. Aprovecharon la ocasión para mostrar su preocupación por el futuro del centro de salud del municipio. Durante el acto se pudieron ver pancartas con mensajes como “Con la salud de los cazorleños no se juega”, en referencia al traslado de este servicio, una medida que ha generado inquietud entre la población.
n el acto de inauguración han participado el presidente de la Diputación, Francisco Reyes; el alcalde de Cazorla, José Luis Olivares; el subdelegado del Gobierno en Jaén, Manuel Fernández; el delegado territorial de Cultura, José Ayala; la presidenta de la Fundación Unicaja Jaén, Carmen Espín; y el director del festival, Carlos Espinosa.
Durante su intervención, Reyes ha destacado la importancia de la colaboración público-privada para ofrecer una propuesta cultural “fresca, singular, lúdica y divertida”, que hace de Jaén un destino ideal para las vacaciones de verano. “Julio en Jaén suena a cultura, a música, a festivales”, afirmó.La protesta fue pacífica y respetuosa, pero dejó claro que el festival, además de un escaparate cultural, es también un momento clave de visibilidad para las reivindicaciones ciudadanas.
BluesCazorla continúa siendo un referente no solo musical —es considerado uno de los mejores festivales de blues del mundo— sino también un símbolo de cómo la cultura puede convivir con el compromiso social. Cazorla, como destacó Paco Reyes, “es uno de los motores turísticos de la provincia” y ha sabido complementar su riqueza natural con propuestas culturales de calidad durante todo el año.
Tras BluesCazorla, el programa “Jaén en Julio” continuará con Un Mar de Canciones en Torreperogil, Vértigo Estival en Martos y Imagina Funk en Pozo Alcón, citas que el año pasado reunieron a más de 70.000 personas. Música, turismo, cultura… y también una ciudadanía que no duda en alzar la voz cuando es necesario.
Porque en Jaén, en verano, la música suena fuerte, pero la gente también quiere ser escuchada.
