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Almería

Ritmos urbanos, reguetón y fusión flamenca, en la primera noche de Puro Latino

El momento más esperado de la noche llegó con Duki, el referente absoluto del trap argentino

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La primera noche de Puro Latino Almería 2025 fue un viaje por los múltiples lenguajes del urbano latino, con un cartel que combinó nombres consagrados, promesas emergentes y estilos diversos. Una auténtica celebración del ritmo y la cultura de la calle que dejó al público con ganas de más.

Según una nota del ayuntamiento, el Recinto de conciertos del ferial se transformó en un mar de luces, beats y emociones desde las 19,00 horas hasta la madrugada, en una jornada que reunió a miles de asistentes, almerienses y procedentes de otras provincias, dispuestos a entregarse al calor de los ritmos latinos, el reguetón, el trap y la fusión flamenca.

Una cita destacada que cuenta con la colaboración del Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería, Diputación Provincial, Junta de Andalucía y el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), además de una larga lista de patrocinadores privados. La encargada de inaugurar el escenario fue De la Rose, una de las nuevas voces femeninas del panorama urbano español.

Con una energía desbordante, Luar La L trajo desde el Caribe una ráfaga de fuerza lírica, mezclando sonidos duros, callejeros y contagiosos. Su estilo, marcado por la crudeza de sus letras y la autenticidad de su discurso, dejó claro por qué es uno de los nombres más prometedores del género urbano.

La temperatura subió aún más Omar Montes, que llevó al escenario su fusión de flamenco y reguetón, una propuesta que ha sabido ganarse al público español con carisma y estilo propio. Omar Montes ofreció un show que fue tan gitano como latino, tan callejero como comercial y que puso a bailar a los miles de asistentes.

Pero el momento más esperado de la noche llegó con Duki, el referente absoluto del trap argentino. Su actuación, con una producción impecable, fue una descarga de potencia y lírica afilada. Acompañado de una banda potente y con fondo metalero, y arropado por unos audiovisuales muy cuidados, Duki mostró su madurez artística, dominando el escenario y entregándose con intensidad.

Desde Panamá, Sech cambió la atmósfera del recinto con su inconfundible voz melódica y su reguetón romántico. Sech trajo una dosis de emoción, suavidad y sensualidad, con canciones que hablan de amor, deseo y nostalgia.

La madrugada siguió con el colombiano Beéle, que subió al escenario su estilo tropical y positivo. Mezclando dancehall, afrobeat y reguetón suave, Beéle contagió al público con su sonrisa permanente y un repertorio que fue pura buena 'vibra'.

El broche final llegó con Hades66, exponente del reguetón más crudo y callejero. Con letras explícitas, bases pesadas y estética trapera, el puertorriqueño cerró la noche con un concierto visceral, dirigido a los más fieles del género.

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