A las 7:00 de la mañana, cuando aún despuntaba el día en la pista de La Salobreja, 148 atletas ya se preparaban para un reto mayor. Iban a dar 106 vueltas, o lo que es lo mismo, 42,195 kilómetros, la distancia de un maratón. Además, lo iban a hacer por una buena causa.
La séptima edición de la maratón solidaria “Ciudad de Jaén” se convirtió este domingo en una manifestación de esperanza a favor de la Asociación Todos con Adriana y el Síndrome de Pitt Hopkins. Este año, además de batir su propio récord de participación con corredores de 17 provincias, la prueba destacó por su formato único. Como explica la concejal de Deportes, Beatriz López: “No es una carrera más. Es una prueba única en su formato en Europa, pero sobre todo es especial por lo que simboliza”.
En el capítulo deportivo, los ganadores en la modalidad individual han sido Jaime Gutiérrez, en la categoría masculina, y Elena Feligreras, en la femenina. Han completado los 42.195 metros (106 vueltas) en 2 horas, 48 minutos y 8 segundos, y 3:33:28, respectivamente.
Por parejas, las más rápidas en completar el equivalente a una “media” por persona (53 vueltas) han sido las formadas por Daniel Gallego y Francisco Gallego, en hombres, y Rosendo Javier Bravo y Christina Serrano, en la modalidad mixta.
En la última de las modalidades (equipos formados por cuatro integrantes que debían completar 10 kilómetros cada uno) se han impuesto Pedro Ángel Alcántara, Jesús Carcelén, Raúl Labella y José Cobo, en la categoría masculina, y Yolanda Muñoz, Iván Gutiérrez, María del Mar González y Damián Cañizares, en la mixta.
Desde el punto de vista del ambiente y la solidaridad, las palabras del organizador, Juan José Amate, lo dicen todo: “Hay que tener mucha cabeza para correr una maratón en pista. No puedes estar pensando todo el tiempo en cuántas vueltas te quedan… Hay que ir kilómetro a kilómetro”, explica a este periódico.
Y el contexto climatológico también aportó al éxito. Y es que las temperaturas matinales, más suaves de lo habitual, favorecieron el desarrollo de la prueba.
El corazón del acto fue el vínculo con Adriana, la niña de Torredelcampo cuyo rostro y historia simbolizan la lucha contra las enfermedades raras. Su padre, Adriano Garrido, expresó con emoción: “Gracias por dejarnos ser parte de esta carrera. Es mucho más que visibilidad; nos ayuda a seguir investigando, a seguir soñando con una cura”. El alcalde de Torredelcampo, Javier Chica, hacía hincapié en esa cercanía y cercanía vecinal. “La familia de Adriana es muy querida… este tipo de actividades siempre tiene muy buena acogida en el pueblo”, relataba a Viva Jaén.
Sin duda, una muestra más de que atletismo y solidaridad van siempre de la mano.