El representante adjunto de Israel ante la ONU, Jonathan Miller, ha defendido los ataques del Ejército israelí contra Siria como una "obligación religiosa y moral", confirmando ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que se realizarán más ataques "contra militantes yihadistas en el sur" del país árabe.
"No debemos mantenernos sin hacer nada si hay derramamiento de sangre del prójimo", ha afirmado invocando un texto de la Torá. "Esto no solamente es una obligación religiosa, sino también moral" y que está, ha mantenido, "consagrada como derecho en nuestro código legal en Israel".
El diplomático israelí ha declarado que su país está "comprometido con la preservación de la región sudoccidental de Siria como zona desmilitarizada", destacando que también tiene "la obligación moral de salvaguardar a la población drusa", si bien ha argumentado que su Gobierno "no busca involucrarse en la política interna de Siria" y sólo quiere "evitar que haya infraestructura terrorista" cerca de sus fronteras.
"Por este motivo vamos a llevar a cabo estos ataques precisos contra los militantes yihadistas en el sur de Siria", ha anunciado en una reunión, según él, "con móviles políticos para condenar al Estado de Israel y a la vez ignorar la masacre brutal que se está haciendo contra el pueblo de Siria", aludiendo a la violencia contra la comunidad drusa.
Siria, por su parte, ha rechazado "categóricamente" a través de su representante permanente ante Naciones Unidas, Koussay Aldahak, "el pretexto utilizado por las autoridades israelíes para justificar estos actos de agresión", señalando que "Siria no supone una amenaza para ningún país de la región ni fuera de ella".
"Estas prácticas no son más que una prolongación de la política sistemática de la ocupación destinada a socavar la estabilidad de Siria y arrastrarla al conflicto", ha denunciado. Además, ha declarado que "hoy más que nunca, los sirios están unidos en el rechazo a la agresión israelí y a todo lo que amenace la estabilidad y la seguridad de su país", que, ha subrayado, "necesita que la comunidad internacional lo respalde".
GUTERRES CONDENA QUE SE PRIVE A SIRIA DE SU OPORTUNIDAD DE PAZ
A su vez, el subsecretario general de Naciones Unidas para Oriente Próximo, Asia y Pacífico, Jaled Jiari, ha alertado al Consejo de Seguridad de que la transición política "pacífica e inclusiva" de Siria está "en peligro tras la violencia sectaria mortal y los ataques aéreos israelíes".
Jiari ha reiterado a este respecto la condena "inequívoca" del secretario general de la ONU, António Guterres, a "todos los actos que avivan las tensiones sectarias y privan al pueblo sirio de su oportunidad de paz y reconciliación tras 14 años de conflicto brutal".
Los ataques aéreos de Israel sobre territorio sirio "socavan los esfuerzos por construir una nueva Siria en paz consigo misma y con la región y desestabilizan aún más a Siria en un momento delicado", ha subrayado.
EEUU "NO APOYA LOS ATAQUES DE ISRAEL"
La representante permanente de Estados Unidos en el organismo, Dorothy Shea, ha empezado por asegurar que Washington "condena inequívocamente la violencia en Sueida", tras lo que ha indicado que su país no apoyó los ataques de Israel. "Estamos trabajando con Israel y Siria a los niveles más altos para abordar la crisis acuciante y también pactar un acuerdo a largo plazo entre dos estados soberanos", cuya paz "es un componente crítico" de la visión que tiene de Oriente Próximo el presidente estadounidense, Donald Trump, ha indicado.
"Estados Unidos apoya la unidad nacional de Siria y busca una solución pacífica inclusiva con sus grupos minoritarios", ha declarado, instando también a Damasco a "investigar todas las denuncias de abusos y obligar a los perpetradores a rendir cuentas".
De forma similar, el representante permanente de Irán ante Naciones Unidas, Amir Said Iravani, ha instado al Gobierno provisional de Siria a respetar plenamente los derechos de todas las minorías y a "resolver las diferencias internas mediante el diálogo inclusivo y medios pacíficos".
Con todo, se ha centrado más en condenar las operaciones militares de Israel, que "no tiene absolutamente ninguna justificación legal o moral para violar la soberanía de Siria o interferir en sus asuntos internos con el falso pretexto de proteger los derechos de las minorías".
"Israel no ha sufrido ninguna consecuencia por sus repetidas violaciones sistemáticas del Derecho Internacional y sigue actuando con total impunidad", ha señalado en un reproche a la comunidad internacional y aludiendo también a los bombardeos israelíes sobre su país durante los doce días de junio que duró el conflicto entre los dos países.