Un reciente estudio sobre hábitos sexuales en España ha encendido las alarmas: la edad media a la que se empieza a consumir pornografía en Andalucía es de solo 14,9 años, según los datos recogidos por Diversual en abril de 2025. Esta cifra se sitúa por debajo de la media nacional, que alcanza los 15,03 años, lo que confirma una tendencia: en el sur, el contacto con contenidos pornográficos tiende a producirse antes que en el conjunto del país.
El informe, elaborado por las sexólogas Lucía Jiménez y Bárbara Montes y basado en las respuestas de 4.794 personas entre los 18 y más de 60 años, recoge además datos por provincia que refuerzan esta observación. En Almería, la edad media de inicio es la más baja de toda Andalucía: 14,45 años, seguida de Córdoba (14,20) y Granada (14,78). En el otro extremo, aunque por encima de la media andaluza, Huelva (15,24) y Cádiz (15,17) se sitúan ligeramente por encima de la media nacional de edad de inicio.
Pero no solo se trata de cuándo se empieza, sino de cuánto porno se consume. De nuevo, Almería encabeza el ranking andaluz con 8,59 días al mes de consumo, muy por encima del promedio nacional, situado en 5,7 días mensuales. Córdoba y Granada también superan esa media con 6,45 y 6,37 días, respectivamente.
La diferencia entre géneros también es notable: mientras que los hombres consumen una media de 11,5 días al mes, las mujeres lo hacen solo 2,7 días, siendo el grupo de 18 a 24 años el más consumidor entre ellas.
Este acceso relativamente temprano y frecuente a contenidos pornográficos en Andalucía no es un caso aislado, pero sí confirma que la región se sitúa por debajo de la media de edad de inicio nacional y por encima en frecuencia mensual. Aunque no lidera el ranking estatal, los datos invitan a reflexionar: ¿están preparados los jóvenes para gestionar este tipo de contenido? ¿Qué papel deben jugar las familias, los centros educativos y los propios medios en una educación afectivo-sexual que aborde la realidad del consumo de porno desde la adolescencia?