Spielberg partía de una idea original de Lucas y de un guión firmado por un tipo tan interesante y respetable como Lawrence Kasdan, pero no cabe duda que la trascendencia alcanzada por el filme y su posterior saga se deben a la habilidad y pericia narrativa de Spielberg y al inesperado acierto en la elección de Harrison Ford como protagonista. Entre otras cosas, porque el director norteamericano fue modelando el personaje a sus propias afinidades, bajo el pretexto de reinventar el género de aventuras mediante el palpable homenaje a la serie B de sesiones dobles con las que él disfrutó durante su infancia en las salas de cine.
Spielberg, a partir de un personaje clásico, unos enemigos comunes -los nazis encarnan la auténtica figura del mal del siglo XX- y un género actualizado -con buenas dosis de comedia-, puso en contacto a dos generaciones de espectadores diferentes que respaldaron su propuesta en la taquilla con un resultado abrumador en el apartado económico -costó 20 millones de dólares y recaudó casi 400- y plenamente satisfactorio en lo artístico.
2012 puede ser el año de rodaje de la quinta entrega. Shia LeBeouf sigue llamando a la puerta a la hora de asumir el relevo de Harrison Ford, algo que el propio Spielberg ve aún muy lejano en el tiempo, como mostró en la secuencia final del último Jones, en la que arrebataba a su hijo el mítico sombrero.