La calle Martínez Molina, eje central del casco antiguo de la ciudad, no tendrá un asfaltado impreso con la imitación de adoquines, similar a la calle Santo Domingo. El excesivo precio de esta modalidad -suponía el triple que la capa normal- ha hecho que el Ayuntamiento desistiera, algo que ha despertado la indignación de los vecinos.

Primero se planteó la colocación, por tercera vez, de adoquines, como en otras muchas calles del casco histórico. Esta posibilidad se desechó por el riesgo a que se movieran, como ya ocurriera en el pasado. Después se decidió colocar una capa de hormigón impreso, imitando esos adoquines como ya se hiciera en la calle Santo Domingo, una solución que convencía a los vecinos. Sin embargo, tras cuatro meses de paralización, el Ayuntamiento ha desechado esta posibilidad optando por lo más barato: una capa normal de hormigón. De la otra forma, el precio casi se triplicaba, justificaban ayer fuentes municipales.

Los vecinos mostraron ayer su indignación ante esta decisión, pues, según ellos, se trata de una arteria del casco histórico que se merece un tratamiento mejor.