El guión es similar al conflicto en el mes de julio. Pero con una diferencia sustancial: la empresa ya no va de la mano de los trabajadores en las protestas. La plantilla exige a la dirección de la firma que cumpla con ellos tras el pago efectuado por el Ayuntamiento. Se lo volvió a repetir en la manifestación que tuvo lugar ayer por la mañana y en la que se concentraron a las puertas de la empresa y del Ayuntamiento. En esta última ‘parada’, los representantes sindicales entregaron un escrito al alcalde para pedirle su colaboración para mediar con la empresa para que pague los retrasos acumulados.
Mientras que la empresa guardó silencio durante la jornada, el Ayuntamiento volvió a ahondar en el problema del gasto efectuado por la empresa con el dinero recibido en estos meses. El alcalde, José E. Fernández de Moya, exigió de nuevo al gerente de la empresa, Andrés Rodríguez, el justificante de pago de las nóminas, después de que el equipo de gobierno municipal “haya cumplido” después de efectuar las transferencias “sin desviar ni un solo euro”.
Y fue aún más lejos, advirtiendo de que los servicios jurídicos del Ayuntamiento trabajan ya para “tomar todas las medidas que estén al alcance de su mano”. Por ello, exigió al gerente, del que recordó que es “militante del PSOE”, que tenga “coraje político” para explicar a qué ha destinado ese dinero.
Los afectados
Mientras tanto, los usuarios son los más perjudicados por esta situación. Unos 800 no recibieron ni una sola atención en esta primera jornada de huelga. En el marco de los servicios mínimos un centenar de grandes dependientes sí que tuvieron la presencia de un trabajador para la alimentación, la higiene personal y la medicación.
