Una vez en la calle, la Junta de Gobierno tuvo que actuar con rapidez ante la aparición de las primeras lluvias. Un fugaz chubasco hizo retornar al Misterio al interior del templo, donde se sucedieron los llantos de las costaleras de la Virgen y los primeros nervios ante la decisión de realizar estación de penitencia o no.
Después de un plazo de tiempo diez minutos de deliberación, los costaleros del Misterio del Cristo orando en el monte de los olivos volvieron a tomar sus puestos y levantaron al Misterio para volver a salir a la calle.
Al son de la Agrupación Musical María Auxiliadora de la capital, que tocó desde el interior del templo, donde se refugió de la lluvia, el Misterio tomó las primeras calles del barrio de San Ildefonso, lleno de familias entregadas a la Cofradía. Bajo las órdenes de Pedro Sánchez, los jóvenes costaleros tomaron el pulso a la calle y siguieron su estación de penitencia buscando su itinerario.
El cuerpo de soldados romanos escoltó la salida del Misterio, protagonizando así el primer desfile de la Semana Santa de Jaén. Capitaneados por Vicente Hervás, los soldados romanos llenaron de color la procesión.
Precedida por el cuerpo de mantillas de la Cofradía, la Virgen salió de la parroquia al son de la Agrupación Artístico-Musical Miguel Ángel Colmenero, de Jamilena. Como ya ocurriera el año pasado, el Coro Jacaranda cantó a la Virgen, dedicándole el tema 'Callejuela de la O' y recogiendo el aplauso de los jienenses y los vítores de las costaleras.
Éstas últimas arrancaron sus primeros pasos gritando bajo el palio 'guapa' al a María Santísima de los Desamparados.
Ángel Sanz y Juan Antonio Expósito se convirtieron en la tarde-noche del Domingo de Ramos en los ojos del cuerpo de costaleros/as de la Virgen, con una forma de caminar muy popular.
Durante la estación de penitencia Jesús en el Huerto fue portado por 80 costaleros divididos en dos turnos de 40, mientras que la Virgen fue portada por 90 costaleros divididos en tres turnos de 30 (dos de mujeres y uno de hombres).