La cruz situada en la calle Rosa, verdadero reclamo en estos días, permanece engalanada de flores, como en una especie de antesala de la verdadera vorágine de fiestas que a lo largo del presente mes jalona todo el término municipal, celebrando ese mes de las flores en una fiesta casi interminable a la que no parece querer faltar ninguna aldea alcalaína.
Hasta este jueves, los vecinos y visitantes disfrutarán en las diferentes casetas de las sabrosas tapas, vinos y refrescos, con el sano ánimo de olvidar los sinsabores diarios y disfrutar de la música y el baile.