El Ayuntamiento, a través de la Dirección General de Bienestar Social, ha tramitado ya un total de 5.551 solicitudes a la Ley de Dependencia. En la ciudad hay, aproximadamente, unas 8.000 personas que necesitan apoyo de los demás para poder sobrevivir, por lo que casi el 70% de esta población ya cuenta con alguna ayuda o está a punto de recibirla.
De todos los expedientes, 3.490 tienen ya las resoluciones de grado o nivel por parte de la Junta de Andalucía. Una vez realizado este trámite, el Consistorio es el órgano encargado de ofrecer los servicios más oportunos para cada persona dependiente. Así, Bienestar Social ha recibido la solicitud de un total de 3.005 Programas Individuales de Atención (PIA) correspondientes al grado III y II, es decir, de gran dependencia y dependencia severa, respectivamente.
Hasta el momento, el Ayuntamiento ha realizado un total de 2.185 programas, siendo éste el número total de beneficiaros de estas ayudas: centro de día, Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), teleasistencia, residencia, prestaciones económicas,...
Aunque actualmente tienen prioridad los grandes dependientes y los casos severos, la ley permite valorar el grado y el nivel de cada persona, por lo que los dependientes moderados se irán atendido de forma paulatina.
Aunque fue el 1 de enero de 2007 cuando entró en vigor la Ley de Promoción de Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, no fue hasta el 3 de mayo cuando comenzaron a tramitarse las solicitudes en esta ciudad. Es a partir de esa fecha cuando Bienestar Social se organizó, reforzando la primera atención, para que así la demanda de solicitudes tuviera el menor impacto posible en el resto de los servicios, “no existiendo en ningún momento listas de espera en ningún distrito”, según concreta el área. A mediados de septiembre de 2007 comenzaron a llegar las primeras resoluciones de grado y nivel, entrando en otra fase distinta, donde los Servicios Sociales Comunitarios son los encargados de la realización del PIA. Es en ese momento cuando Bienestar Social tiene que volver a organizarse, distribuyendo al personal por distritos y descentralizando toda la Atención a la Dependencia. Esta organización fue posible gracias a la colaboración de la Junta, ya que esta ciudad se vio reforzada con tres trabajadoras sociales y dos administrativos. Por lo tanto, el total de trabajadores sociales destinados a la dependencia fue de 11, más seis administrativos. Asimismo, se creó un único punto de atención en cada distrito, unificanco así todo el servicio.