La Policía Local de Málaga ha detenido a cuatro jóvenes por un supuesto delito de amenazas con arma blanca y falta de lesiones a un menor de 16 años cuando salía del instituto, según informó ayer el cuerpo policial en un comunicado. 


Los hechos tuvieron lugar sobre las 14:45 horas del viernes en el paseo Martiricos de la capital, donde al parecer un grupo de jóvenes, de entre 16 y 18 años, se personaron en la puerta del centro educativo con la intención de esperar a uno de los estudiantes para agredirle. 


En el momento en el que el adolescente salía del centro, la pandilla lo asaltó y uno de sus miembros sacó una navaja, presionándola contra el vientre del menor, que al parecer, sufrió una pequeña herida. 


Según añade la nota, la víctima golpeó a su agresor y fue cuando el grupo comenzó a golpearle al unísono, propinándole patadas y puñetazos, hasta que fue auxiliado por unos compañeros de clase que evitaron que la paliza continuase. 


Tras las primeras investigaciones, los agentes localizaron al menor que portaba la navaja, que fue detenido y trasladado a dependencias policiales, aunque posteriormente fue entregado a su madre debido que es menor de edad. 


Éste quedó imputado como presunto autor de un delito de amenazas con arma blanca y falta de lesiones, y el hecho fue puesto en conocimiento de la Fiscalía de Menores. 


Además, otros tres jóvenes, uno de 18 años y dos de 16, han quedado imputados como presuntos autores de una falta de lesiones, algo de lo que se ha informado también a la Fiscalía de Menores. 


Esta noticia se produce después de que un estudio por el Grupo Universitario de Investigación Social (GUIS) perteneciente al Centro Universitario de Estudios Sociales de Jerez revele que el 18 por ciento de los alumnos andaluces que cursan Educación Secundaria Obligatoria (ESO) asegura haber sido víctima de conductas agresivas. 


El estudio destaca además que aproximadamente una de cada tres víctimas reconoce su participación en este tipo de conductas agresivas -el 35,3 por ciento-, mientras que el 50 por ciento de los alumnos encuestados dice haber sido testigos y el 14,5 por ciento se declara agresor.