No podemos dejar en el tintero el felicitar al cantaor de flamenco de Huelva Jeromo Segura, tras haber conseguido el prestigioso premio internacional de flamenco de la Lámpara minera de los cantes de las Minas (Murcia).
Hemos seguido de cerca casi desde sus inicios la trayectoria artística del joven cantaor onubense, a pesar de que su carrera la ha realizado mayormente allende nuestras fronteras, durante bastantes años, cantando desde atrás a la bailaora sevillana Eva Yerbabuena, con la que ha recorrido actuando casi todos los países del hemisferio. El embarazo de la artista paralizó en cierto modo su muchas giras, ello le llevó a actuar en solitario y cantar para adelante. De este modo, Jeromo Segura, que es de la Isla Chica, fue actuando en las distintas peñas de Huelva, de la provincia y en otras peñas flamencas de Andalucía. Lo hemos visto en la peña de Huelva, en la Femenina, en la Orden, etc., por citar algunas, y siempre intuimos en Jeromo un cantaor ortodoxo, de extremada pureza, huidizo de todo tipo de innovaciones. Fruto de sus pasito a paso en el flamenco surgió su primer disco, ‘Oro viejo’. Ejemplo de la constancia, de la dedicación y del trabajo bien hecho, en el mismo contempla los cantes por tangos, soleá, fandangos, cantiñas, malagueñas y abandolao, bulerías, aires de levante, tonás, etc.
La Lámpara minera de Murcia fue conseguida por el primer onubense, Ildefonso Pinto Benjumea, de Bollullos del Condado, que el periodista de esta misma localidad, tuvo a bien de escribir su biografía.Otra justa ganadora de este importante premio de flamenco, quizás el de más calado, fue conseguido por la joven y guapa cantaora de Huelva, Rocío Márquez Limón.
Jeromo Segura presentó su disco en el Gran Teatro de Huelva, y aquello fue un éxito, más recientemente actuó en las fiestas dedicadas a la Patrona de Huelva, la Virgen de la Cinta, Huelva entera ya ha conocido de cerca, fuera de los tablaos, a un flamenco cabal donde los haya. No nos cabe la menor duda que la consecución de este bien ganado galardón le servirá a Jeromo para continuar con renovados impulsos trabajando de la manera que el debe hacerlo, a favor del mundo del flamenco.
Jeromo, te reitero mis felicidades, y perdona por no haberte llamado por teléfono, por hallarme fuera y no llevarlo encima. Confío, como siempre, que continúes en esa línea de trabajo que tantos caminos te está abriendo, y sobre todo que te mantengas firme en el dicho de que no te saldrás nunca de la pureza de los cantes, porque esto, sin duda alguna, te engrandecerá mucho más todavía.