Pocas veces prestamos atención a nuestras piernas y pies. Sobre todo, nuestros pies, más que nuestras piernas, son castigados durante toda la vida sin ofrecerle el cuidado que se merecen. Los pies, al igual que las piernas, sustentan todo el peso del cuerpo, día tras día, sin descanso. Es bueno de vez en cuando darnos un masaje, agua caliente o fría, dependiendo, algo de reflexoterapia, o un masaje normal, o una buena esponja humedecida en una buena mezcla revitalizante para nuestros sufridos amigos.
En otro plano algo más alto se hayan las dos columnas del Templo, las piernas. Nos transportan, nos ayudan a doblarnos, nos sacan de un apuro en caso de urgencia, etc. Un problema muy común en estos días es padecer de piernas cansadas o piernas varicosas, o simplemente mala circulación venosa que en concreto afecta a las piernas. Estar mucho tiempo de pie, o mucho tiempo sentado son dos de las causas que originan este problema. Prevenir o atajar en el momento esos pequeños inconvenientes sanguíneos nos harán ganar tiempo para mejorar el día de mañana o hacernos no padecer trastornos circulatorios tan molestos.
Hoy hablamos de.... posturas antinaturales
Caminamos con calzado, que para empezar, es incorrecto.
El calzado por otro lado, no suele ser el adecuado, sobre todo en el género femenino, que martiriza sus pies con diversos tacones, obligando al cuerpo a adoptar posturas contraproducentes para la columna vertebral y el resto de sus huesos.
El contacto directo con el suelo evitaría muchísimos problemas de pies, porque naturalmente estamos adaptados para ello. Necesitamos extraer esa energía natural que nos proporciona la madre Tierra, y en este caso, somos como imanes para el suelo y el suelo para nosotros.
Otra postura incorrecta y perjudicial es la que utilizamos cuando vamos al servicio y nos sentamos en el retrete; originalmente, nuestra posición ideal es la que utilizaríamos si nos fuésemos al aire libre y tuviésemos la necesidad imperativa de deshacernos de nuestros deshechos orgánicos. La cadera debe permanecer más baja que las rodillas, es decir, ponernos en cuclillas.
Siguiendo esta línea, cuando nos acostamos deberíamos tener en cuenta el tipo de almohada que utilizamos, aunque verdaderamente lo ideal es dormir sin almohada. Si observáramos la postura que adopta nuestra columna cuando dormimos con una super almohada o una más sencilla, nos daríamos cuenta que mantiene un ángulo de inclinación nada favorable para el organismo.
Seamos más naturales incluso moviéndonos.
Consejo 1: Hoy vamos a recordar algo tan sencillo como el agua. ¿Inflamación debido a un golpe o cualquier otra causa? Un poco de hielo picado envuelto en un paño y aplicado directamente sobre la zona en cuestión durante unos veinte minutos hará que la inflamación baje de manera considerable, calmando el dolor y la irritación.
Consejo 2: Recordemos la importancia de beber entre un litro y medio y dos litros de agua al día para evitar problemas de espalda, cefaleas, estreñimiento… entre otros desequilibrios. Repartamos el uso de agua a lo largo del día, varios vasos en la mañana, en media mañana, en el almuerzo, en la merienda y en la cena.
Aprendiendo a comer
Cuando utilizamos las calorías correspondientes para un adulto medio, unas 2000 Kcal, dependiendo del sexo, actividad, etc... ahorramos trabajo a nuestro organismo, mejoramos el proceso digestivo, eliminamos grasas indeseadas, nuestras articulaciones se sienten más libres de carga innecesaria, nuestra tensión arterial se regula, el rendimiento cardio-pulmonar se ve aumentado y los órganos eliminadores como riñón e hígado se ven exentos de una carga absurda. La dieta y el hábito harán que nuestra calidad de vida mejore día a día, y nuestra vejez será más juvenil y con menos achaques que si llevamos una dieta incorrecta llena de sustancias tóxicas tanto ingeridas como inhaladas. La dieta y el sobrepeso no son ninguna estupidez que podamos pasar por alto, nuestra salud va en ello. Aprendamos a comer, utilicemos alimentos puros, realicemos ejercicio moderado, dejemos hábitos nocivos como el tabaco y el exceso de alcohol, mejoremos nuestra calidad de vida.
Desde la montaña
Unos más que otros necesitamos del amor para salir adelante, es como una droga que no debe faltarnos, la que desafortunadamente nos falta a raudales en el planeta azul, sobran de otras y falta la más antigua. Querernos, abrazar a alguien, tener al lado a la persona con la que uno se siente bien cada día y tener ganas de más amor. No me cansaré de repetir esta palabra aunque peque de cansino, pero pocas veces se escucha en los labios de cualquiera, parece que da miedo hablar de ella, da miedo comunicarnos con entera libertad sin ocultar lo que sentimos en una o en otra materia. Amor a todas horas, en cualquier ámbito, en cualquier lugar, donde sea, sin reparos, gozando de este estado hipnótico y mágico que nos hace libres, felices, personas sin presiones, nos hace sentir de verdad, sin necesitar nada más. Como alimento diario; amor, como pastilla diaria; amor, como ejercicio diario; amor, como vivir, con amor.