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La tribuna de El Puerto

Un final esperado

Es una cuestión no solo física, sino de sentido común. El “panfleto” Pacto Programa, era un “vámonos que nos vamos” conceptualmente erróneo

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Recordé un gran alambique titulado “Triumbiratus” de uno de mis articulistas favoritos, D. Manuel Morillo que con la ironía de la que solo él es capaz de manejar, se apoyaba en los dos Triunviratos de la República Romana para decirnos que la Historia continuamente se repite y que los triunviratos siempre han fracasado.

Le pedí permiso para usar esa época, pero al final me decidí por otro personaje muy importante en nuestra Historia reciente, el Sr. D. Adolfo Suarez que llegó a decir: “Quienes alcanzan el poder con demagogia terminan haciéndole pagar al país un precio muy caro”. Preclaro, D. Adolfo.

Siempre lo pensé y lo he repetido en muchas ocasiones, el régimen tripartito nunca podía funcionar porque su único sustrato ideológico era desalojar al gobierno anterior al precio que fuese. Nunca cuestioné la legitimidad de ese pacto.

Las reglas democráticas, mientras no cambien, así lo permiten.  Pero si cuestioné con dureza, y con mucha ironía mal entendida, que no era suficiente para gobernar una ciudad. El agua y el aceite, por muy bien que se emulsionen, siempre terminan separándose.

Es una cuestión no solo física, sino de sentido común. El “panfleto” Pacto Programa, era un “vámonos que nos vamos”  conceptualmente erróneo, tal como se ha demostrado.

Pero no crean que el único responsable de que El Puerto haya perdido un año en manos de “albañiles becarios” la ha tenido exclusivamente Levantemos. El PSOE e IU, son igual de cómplices. No se pueden ofrecer promesas demagógicas con el único propósito de obtener votos.

Eso parece que no acaban de entenderlo los “profesionales” de la política, y no lo entienden, porque es la única  “carrera” que saben ejercer y estos “albañiles becarios” con su demagogia han hecho pagar un alto precio al Puerto y a los Portuenses.

Siempre he visto al Alcalde en una posición muy débil, haciendo equilibrios entre dos fuerzas que tiraban con pujanza de los extremos del cable. El cese de los concejales de Levantemos, ha sido la excusa perfecta para el Alcalde, que por fin recordó las consecuencia penales de ilícito de prevaricar.

En relación a los aparcamientos, igual que pasará con APEMSA, el Alcalde hacia últimamente manifestaciones donde se mostraba claramente una de las emociones más fuerte del ser humano, el miedo.

Tanto él como la Sra. Valera (PSOE) son funcionarios y saben que una de las penas del delito de prevaricación, es la inhabilitación política, que también se extendería a su trabajo como funcionarios.

¿Qué ocurrirá ahora? La verdad que el panorama sigue siendo incierto. Tanto el PSOE como IU se quedan en un gobierno en minoría. Quizás lo más importante es que ambos reconozcan sus errores y se alejen de las posiciones demagógicas y falsas que hasta ahora han mantenido.

El Sr. Coronado y el Grupo Popular, le han tenido puentes. No creo que se pueda formalizar un nuevo pacto  con otras fuerzas por la sencilla razón  de que no tenemos la cultura democrática suficiente y sobre todo la altura de miras, para pensar en un solo objetivo, El Puerto.

Creo que lo sensato sería, por los intereses generales de Nuestra Ciudad, que el gobierno en minoría PSOE e IU, recibiera las aportaciones de los grupos municipales que están dentro del sistema, hicieran una hoja de ruta común que se pudiera cumplir, aceptando que no hay rivales, que no hay posiciones partidistas. Se impone la generosidad de todos. Los portuenses esperamos solo eso y hagan el favor de hacer caso a D. Adolfo Suarez.

Hoy no voy a terminar con mi habitual cierre “disfruten lo votado”. Utilizaré otra expresión más esperanzadora “Que por El Puerto, sea”. A ver lo que dura.

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