Los hechos sucedieron en marzo del año 2000. Según la sentencia, la víctima dio sin querer un empujón a la esposa de uno de los acusados, lo que provocó una "violenta" reacción de éste y de otras personas. Incluso una mujer le dio un botellazo en la cara.
Intención de causar la muerte
Para la Sala no ha quedado acreditado que a consecuencia de los golpes que le dio este acusado el hombre sufriera lesión alguna y lo absuelve del delito de homicidio en grado de tentativa, al estimar que no existió acuerdo con el otro procesado, ya que "es un incidente no previsto lo que da lugar al primer enfrentamiento".
No obstante, condena al otro procesado, que, según se declara probado, se fue hacia la víctima cuando ésta se iba del local y "empuñando una navaja, le propina una puñalada en el costado con la intención de causarle la muerte", tras lo que tiró el arma blanca al suelo y salió corriendo del local.
El Tribunal destaca la "contundencia" del testimonio de un testigo protegido y concluye que el acusado "quiso matar" a la víctima "usando para ello un instrumento punzante potencialmente idóneo para producir tal resultado y, además, escogió una zona vital del cuerpo, produciendo unas heridas sólo superables por la rápida actuación de los servicios médicos".
Absuelta la discoteca
Asimismo, la Sala rechaza condenar a la entidad que explotaba la discoteca y a la aseguradora, ya que no puede concluirse que hubiera infracción reglamentaria alguna pues el aforo máximo del local era de 119 personas y "no se ha acreditado que el día de autos se hubiese superado".
