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El Rebaño de María tendrá una Pastora-Galeona a la que rezar

La talla se encontraba en dependencias de la Divina Pastora desde que llegó de La Habana.

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  • La imagen de la Pastora-Galeona que en el siglo XVIII salió de La Habana para, al final, quedarse en Cádiz.
Las imágenes, al igual que las personas, también tienen su propia historia. Algunas hablan por sí solas y se dan a conocer con el paso del tiempo. Es el caso de la Pastora-Galeona que desde el pasado miércoles descansa en dependencias de la calle Trille de la Congregación del Rebaño de María.

Esta singular talla llegó a Cádiz a bordo del navío de guerra El fuerte, allá por el año 1752. Los avatares de la historia la trajeron hasta Cádiz de una forma muy particular, una vez que el navío en el que viajaba necesitó arribar en la capital gaditana accidentalmente para ser reparado. Dado el deterioro que presentaba la embarcación se prefirió proceder a su desguace, y es por eso por lo que la imagen se quedó en tierra.

El historiador Ángel Mozo Polo, que mucho ha tenido que ver en su rescate, cuenta que en esos días se procedió al traslado en procesión de la Virgen Pastora-Galeona desde el muelle de Cádiz hasta la parroquia de la Divina Pastora con todos los honores que ésta merece, acompañada del cabido catedral y del cabildo militar y dejando a su paso a miles de gaditanos que fueron su búsqueda para recibirla con la hospitalidad que siempre caracterizó a esta tierra.

Desde ese momento, la imagen se colocó en dependencias del templo, presidiendo el panteón de los miembros de la archicofradía de la Divina Pastora. Y así pasaron los años hasta que acabó, no se sabe aún por qué, en una de las bóvedas de la parroquia. Décadas después, el párroco José de Araujo decidió buscarle un sitio más idóneo, donde se le pudiera dar culto, dada la imposibilidad de dar culto a dos imágenes que ostentan la misma advocación. Gracias a su gestión, y con la ayuda de Mozo Polo, la Señora descansará en el Colegio del Rebaño de María, Congregación vinculada a la advocación de la Pastora. Todavía se desconoce dónde se ubicará, aunque el Obispado les hizo entrega el miércoles de la talla a las hermanas. En el próximo curso, los estudiantes del colegio tendrán otra protección, que será testigo de sus correrías y a la que a buen seguro también harán partícipe de sus preocupaciones.

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