Por privilegio Real los productos de Jaén, en el ocaso de la Edad Media, eran “jahencianos” e, incluso contábamos con una moneda propia, la “jahenciana”. El próximo sábado 23 de septiembre por la noche, con el programa “Jaén Genuino. El pasado sí tiene futuro”, del Viva Jaén, emerge poderosa, en su tercera edición, un producto muy giennense: La Noche Jahenciana.
Este evento no se enmarca en el concepto de “Noche en Blanco”, dado que tiene unas características distintas y es, más bien, una fiesta ciudadana en torno al patrimonio histórico y, concretamente, en torno al Bien de Interés Cultural que es el Conjunto Histórico de la Ciudad de Jaén, adobada, eso sí, con varios espectáculos de artistas giennenses en varios espacios públicos, amén de contar con sus propias tapas en establecimientos de la zona, etc.
Recuerdo hace años, quizá veinte o algo menos, andando por la calle Maestra con un grupo de destacados giennenses, escuchar que la ciudad de Jaén no tenía un patrimonio histórico inmueble lo suficientemente amplio como para ser atractiva turísticamente hablando. De aquel comentario a la inminente tercera edición de la Noche Jahenciana, va un abismo. De no reconocer algunos jaeneses la existencia de bienes inmuebles de interés, a que se abran diecinueve, sí, diecinueve inmuebles históricos, la diferencia es abismal. La ciudadanía ha ido, poco a poco, tomando conciencia de la existencia de un patrimonio histórico mucho más amplio y valioso de lo que se creía hace no tantos años.
Sin duda, la Noche Jahenciana ha marcado un antes y un después en lo que se refiere a movilización de ciudadanos, en torno a los valores histórico-culturales de nuestro casco histórico, con cifras en torno a las veinte mil personas en cada edición.
Ahora comienza la hora de seguir profundizando en la reflexión y concienciación colectiva de nuestro potencial turístico-cultural. Voy a ser tan breve como conciso en mi reflexión: ¿si los fines de semana y festivos estuvieran abiertos al público los diecinueve monumentos que se abren en la próxima Noche Jahenciana qué podría suceder con esta ciudad?
Creo que está claro. Si tuviéramos abiertos esos diecinueve monumentos, todos (algunos ya lo están, evidentemente), quien viajara a Jaén tendría que pernoctar aquí para verlo todo y, además, nos convertiría en un punto de mayor interés para el visitante. Y, ojo, los diecinueve no son todos los monumentos que se podrían abrir al público con un horario establecido. Es difícil, lo sabemos, pero es posible. Faltan ganas y voluntad. Y la Noche Jahenciana es la prueba irrefutable de lo que pasa cuando se abren masivamente las puertas del patrimonio “jahenciano”. ¡Buena Noche!