En principio porque esa cifra redonda suponía más dinero del Estado, y ahora y siempre porque según el equipo de gobierno de turno -que desde hace veinte años es el mismo-, es una prueba de que los ciudadanos que eligen La Isla como nueva residencia lo hacen por la supuesta calidad de vida que se ofrece.
Nunca se ha escuchado por parte del político en el Gobierno que el aumento del número de habitantes conlleva el aumento de servicios y la cada vez menor capacidad de proveerlos. En este caso, el delegado de Presidencia hace una excepción, pero a más de uno se le antojará un tanto optimista.