El Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) ha emitido un dictamen negativo (no vinculante) al proyecto de Ordenanzas Fiscales elaborado por el gobierno local. Dictamen contrario motivado sobre todo por las rebajas previstas en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el de Construcciones (ICIO) y merced al voto del bloque formado por IU, Participa, sindicatos y asociaciones, frente al compuesto por PP, Cs y empresarios, mientras que el PSOE se abstuvo.
Gobernar subiendo sistemáticamente los impuestos año tras año es muy fácil; lo difícil, aunque haya sido forzado por los pactos con PP y Cs, es lo hecho por Espadas, que tampoco es para tirar cohetes: rebajar el IBI este año (un 3%) y el próximo (5%). Al CESS le preocupa que se hayan dejado de ingresar 3,6 millones por esta causa y el efecto de esa merma en la prestación de los servicios públicos, pero ha resultado que con una mejor gestión municipal se obtuvieron 8 millones más que compensaron con creces la testimonial rebaja. Hacer “casus belli” de la mínima bajada del IBI nos parece el chocolate del loro cuando lo auténticamente alarmante es que, según el CESS, se dejaran de recaudar 157 millones de euros en 2016 y 168 millones en 2017. ¡Más de 300 millones! Esos datos sí que son un escándalo y es donde hay que profundizar y exigir en vez de basar el dictamen en la rebaja del IBI, lo cual equivale a mirar al dedo en vez de a la Luna.