Al guardameta Sergio González a buen seguro que en los últimos ocho meses pone un circo y le crecen los enanos. Cuando estaba ya en la fase final de su recuperación en la rodilla derecha ha vuelto a recaer y todo apunta a que, salvo sorpresa de última hora, tendrá una lesión muy similar a la que se produjo hace ahora siete meses y medio y que le obligó a pasar por el quirófano hace cuatro y medio.
Por aquel entonces se rompió el cruzado anterior y, según el mismo protagonista, todas las previsiones apuntan a que podría volver a tener dañado dicho ligamento. De todas formas, el bueno de Sergio no quiere precipitarse y confía en que las pruebas confirmen un diagnóstico menos preocupante del que en un principio cabe esperar.
De momento, el portero se encuentra guardando reposo en su domicilio a la espera de que le baje la inflamación de la rodilla, ya que hasta que no se le elimine el líquido que tiene acumulado no podrá someterse a la resonancia magnética que determinará el alcance exacto de la dolencia.
El jugador relataba para INFORMACIÓN como vivió la jugada del pasado miércoles. “La otra vez me sucedió cuando hice un gesto en el aire, pero en esta ocasión ha sido totalmente distinto, puesto que me apoye en la rodilla derecha para coger impulso y noté un tremendo chasquido. El dolor fue enorme, algo que no ocurrió la primera vez que me pasó”.
no pasar por el quirófano
Sergio espera que todo quede en un susto y que la lesión no revista la misma gravedad que la última vez, pero sobre todo lo que no quiere es volver a tener que pasar por el quirófano, ya que eso le provocaría tener que estar de nuevo todo el año en blanco. “Es una auténtica lástima, ya que estaba bastante contento y trabajando muy bien, incluso pensaba regresar con el equipo en apenas una semana”.
El isleño tiene previsto acudir a la sesión preparatoria que el equipo llevará a cabo hoy en el estadio de Bahía Sur y analizar con el fisioterapeuta del equipo, Manolito, y el preparador físico del conjunto azulino, Jorge Amar, el estado en el que está la rodilla.
Y es que desde que firmó con el San Fernando tiene el gafe, puesto que a las lesiones en la rodilla también hay que sumar la que sufrió en el dedo de su mano que le mantuvo apartado de los terrenos de juego por espacio de dos meses cuando se había hecho con la titularidad.