Estamos en época de orquídeas, con una meteorología que les ha favorecido muy poco, pero en algunos lugares pueden empezar a observarse estas auténticas joyas de la naturaleza. Porque en Jaén tenemos orquídeas, hasta dieciséis especies, que forman parte de la vegetación autóctona de nuestros paisajes. Como todos los años y en su línea de sensibilización ambiental, la asociación de voluntariado GEA organiza una actividad de senderismo para dar a conocer estas flores bellísimas, más pequeñas que las de las floristerías, pero con un diseño y unos colores increíbles.
Las orquídeas de Jaén son el exponente de un riquísimo patrimonio natural, de una gran biodiversidad, que caracteriza a nuestros paisajes más genuinos. Y también podrían utilizarse como emblema de otra forma de valorar la naturaleza, tanto el medio ambiente urbano como los ecosistemas naturales y nuestra relación con ambos.
La relación de Jaén con su naturaleza, dentro y fuera de la ciudad, puede ser más enriquecedora, más poética, más inspiradora, más productiva, más respetuosa, más responsable, más ejemplar, más popular, más protagonista, más pedagógica, más bella, más esperanzadora. Y las orquídeas reflejarían a la perfección esa nueva forma de considerar a la naturaleza, que puede dinamizar la economía, proporcionar empleo y generar riqueza, de la que estamos tan necesitados. Pero también belleza, sosiego y esparcimiento. O bien escenarios inmejorables para el deporte y las sensaciones intensas de superación. O un nuevo estilo de acercamiento donde se aprenda el valor superior del respeto, de los pequeños grandes placeres que proporciona nuestro contacto con la vida de cualquiera de sus infinitos seres. Y por supuesto, un nuevo modo que tenga presente el futuro.
Las orquídeas de Jaén bien pudieran ser el emblema de una nueva mirada hacia la naturaleza, en la que se buscara la sintonía entre los escenarios interiores que albergan lo mejor de nosotros mismos y los paisajes exteriores repletos de oportunidades. ¿En qué programa encontraremos que se promueve la poesía entre el tomillo y la retama? ¿En qué estrategia aparecerá que se habilitan los senderos recónditos como terapias contra la desesperanza? ¿En qué propuesta se definirá la relación con el medio ambiente en el modo más provechoso para el ser humano y el resto de especies que cohabitan los mismos escenarios?
¿No deberíamos exigir propuestas que lleven como emblema una orquídea?
