Al finalizar el año se habrán repartido en la provincia un millón de kilos de alimentos a numerosas familias
En tiempos de crisis, aseguraba el director de Cáritas Diocesana, Juan Carlos Escobedo, “la única novedad es que no hay novedad en medio de una crisis a la que no se le ve el fondo”. Tal es así, que para hacer frente a la demanda ciudadana, desde Cáritas Diocesana se han visto obligados a modificar las partidas para una mayor atención a recursos de ayuda, en lugar de los de promoción. “Dedicamos a este tipo de ayudas más del 30% de nuestro presupuesto”, decía Escobedo.
Este mes se inicia un nuevo reparto de los alimentos excedentes de la Unión Europea (UE), que según calculan desde Cáritas llegará a más de 8.600 personas. En ésta campaña, en la que a final de año se habrán repartido un millón de kilos, colabora Cruz Roja.
Su presidente, Javier García Villoslada reconoce que ha incrementado más de un 10% la demanda a los servicios que prestan para la atención de los que se vienen denominando “nuevos necesitados”. Así, el presidente de Cruz Roja confesaba que “se trata de familias que han perdido sus puestos de trabajo y, a pesar de que no tienen hambre física, si reciben alimentos el dinero que gastaban en éstos lo invierten en afrontar otros gastos”.