Hace unas semanas perdí a una persona muy valiosa en mi vida, fue mi compañera de trabajo, amiga y una especie de madre. Con los años terminé llamándola ‘Mami’. Esta vez no pudo ganarle el pulso al cáncer de mama. Una forma de poder defendernos y prevenir es realizándonos un autoexamen en casa y las correspondientes mamografías anuales a partir de los 40 años y cada tres años en mujeres de 20-30 años. El mejor momento es siete días después del inicio de la regla.
El autoexamen en casa es recomendable a partir de los 20 años, una vez al mes. La primera parte conviene que la realicemos tumbadas para que el tejido mamario se esparza, otra parte del autoexamen es de pie ante un espejo para detectar cambios en la apariencia de nuestro pecho, y la tercera parte es de pie con el brazo levantado hacia el costado, pues esta posición nos permite revisar mejor el área de la axila. Si notamos en alguna de las partes de la autoexploración alguna irregularidad, no debemos asustarnos. A veces, los abultamientos se deben a infecciones, lesiones en el pecho, a crecimientos no cancerosos, o a pequeños quistes que contienen líquido y que cambian de tamaño durante el ciclo menstrual, pero en definitiva, si notamos cualquier cambio en nuestros senos debemos acudir a la consulta de nuestr@ ginecólog@ en la mayor brevedad posible para descartar y saber de qué se trata.
El objetivo primordial de la autoexploración del pecho es familiarizarnos con el aspecto y textura del mismo. Debemos conocer a la perfección nuestro cuerpo, será más fácil de detectar cualquier cambio por mínimo que sea. Tenemos que aprender paso a paso a realizarnos el autoexamen, aunque hay que recordar que no reemplaza el examen de nuestro médico ni la mamografía. Otras señales a tener en cuenta son dolor en un pecho que no esté ligado con el periodo menstrual, hinchazón, aumento de temperatura y enrojecimiento del mismo y secreción de líquido sanguinolento en los pezones.
Muchas de nosotras somos pacientes de riesgo por antecedentes familiares, en mi caso por mi abuela materna, superviviente del cáncer gracias al autoexamen. Esto es otro factor a tener en cuenta, no importa la procedencia étnica, todas estamos en riesgo, aunque algunas más que otras, por ello la detección y prevención comienza por nosotras mismas desde casa. Aprendamos a realizarnos la autoexploración.
DEP Mami ‘M’, gracias por tu amor y apoyo incondicional y sobre todo por hacerme ver ni lo que yo misma era capaz de ver en mí.
