Técnicos desplazados a la casa cueva de Freila cuyo derrumbe causó el martes la muerte a dos obreros han apreciado indicios de que no tenía permiso de obra, según UGT y CCOO, que mantienen que tampoco existía plan de evacuación.

Los sindicatos participaron ayer en Granada en una concentración que fue secundada por más de un centenar de personas en protesta por la muerte de estos dos trabajadores, que elevan a once el número de fallecidos por accidente laboral en lo que va de año en la provincia.

Las centrales sindicales ya constataron el martes una "falta absoluta de medidas de seguridad" en la obra, precisó ayer el secretario provincial de MCA-UGT, Francisco Ruiz Ruano, al término de la concentración.

Tampoco existía plan de evacuación en caso de derrumbe, ni los techos estaban apuntalados, según el sindicato, que considera por tanto que el accidente se debió a una "grave negligencia".

El secretario provincial de Fecoma-CCOO, Francisco Quirós, aseguró además que la empresa Cotecam, para la que trabajaban los fallecidos, no estaba autorizada por la administración para realizar contratas, al no aparecer inscrita en el Registro de Empresas Acreditadas.

Los sindicatos reclamaron una legislación específica en materia de prevención de riesgos laborales para las obras particulares, especialmente en casos como éste (una casa cueva), en los que es imprescindible un estudio y evaluación previos del tipo de terreno, que tampoco se ha realizado, según UGT, que ya presentó ayer denuncia ante la Fiscalía y la Inspección de Trabajo.

En la concentración, en la que se exhibieron pancartas con lemas como "Granada contra los accidentes laborales" o "No más muertes", participaron entre otros la delegada de Empleo de la Junta, Marina Martín.

La delegada indicó que aunque el accidente está aún en investigación, sí se ha evidenciado que ha habido un "mal funcionamiento de las medidas preventivas y de seguridad", aunque eludió hacer valoraciones hasta que no se conozcan las causas exactas.

El funeral por los fallecidos, A. O. O, de 38 años, y J. M. S. L, de 42, se celebró por la tarde en Castril, el municipio del que eran naturales, que ha decretado tres días de luto.

Ambos se encontraban proyectando hormigón cuando, por motivos que se desconocen, el techo de la casa cueva, de dos plantas, se les cayó encima, por lo que quedaron sepultados bajo los escombros, de donde fueron rescatados sin vida por los bomberos.