El grupo de VOX en el Parlamento de Andalucía, durante la Comisión de Política Industrial y Energía, ha acusado al Gobierno de Juanma Moreno de vender a los gaditanos un “falso ecologismo” en relación a la planta de metanol cuya construcción está tramitando la Junta en Arcos. El proyecto, promovido por la empresa Sol Win Hy Cádiz, ocuparía una superficie aproximada de cinco hectáreas, con unas instalaciones donde se produciría hidrógeno verde mediante un proceso de electrolisis con agua que será sintetizada con CO2 para generar metanol.
La diputada por Cádiz y portavoz adjunta en el Parlamento, la arcense Blanca Armario, lamenta que “la producción de esta planta no favorece la soberanía energética de España, ni empresarios ni familias verán reducidas sus facturas de la luz”. Armario considera “una incoherencia” que “desde las administraciones se nos está alertando de que estamos en periodo de sequía, en el que incluso existe el riesgo de posibles restricciones de agua cuando, por otro lado, se vende como un logro medioambiental que se construya esta planta que va a usar agua en el procedimiento de fabricación del metanol verde”. Para Vox, esto sólo responde a “la estrategia globalista de la agenda 2030 impuesta desde Bruselas” y a la que, según denuncia, “se han rendido tanto PP como PSOE, sin tener en cuenta los perjuicios que ello conlleva para ciertos sectores de la economía española como el sector primario, ya que con este proyecto también se están eliminando terrenos de cultivo”.
En definitiva, “exportamos gas para otro país cuando España necesita que la energía que fabricamos se quede aquí, para que seamos los españoles quienes nos beneficiemos de su producción”, insiste la diputada de VOX. “Energías renovables sí, pero a no a cualquier precio”, declara la diputada, que insta a la Junta de Andalucía a que estudie soluciones que reviertan en la soberanía energética nacional, así como que centre sus políticas en las pequeñas y medianas empresas “que soportan día a día trabas burocráticas, elevados impuestos, un precio de la luz desorbitado y una legislación climática que asfixia cualquier iniciativa empresarial”.
