El ‘Flete al Guadalete’ celebró su clásica jornada de limpieza del río a su paso por Arcos, pero, sin embargo, fue posiblemente una de las menos participativas a pesar del SOS que habían lanzado las organizaciones convocantes sobre el estado de suciedad del lugar. No obstante, como primera valoración, según explican los presidentes de AMA Natura-Ecologistas en Acción, Natuarcos y Arcos Libre de Residuos, (Ángel Roldán, Alfonso Campuzano y Mario de la Vega) cualquier acción de limpieza, por escasa que sea, siempre será positiva en favor del medio ambiente.
Este año, como se ha dicho por activa y por pasiva, el río ha puesto de manifiesto una enorme y “vergonzosa” imagen que, durante su bajada de nivel tras las lluvias de hace unos meses y los constantes desembalses, recordaba un paisaje nevado al apoderarse de éste el color blanco de las toallitas. Todo ello, lamentablemente, debido al comportamiento humano a la hora de deshacerse de sus residuos.
Más de medio centenar de personas voluntarias, socias y no de las organizaciones convocantes, se prestaron a la noble tarea de limpiar su río de todo tipo de residuos.
La colaboración del Ayuntamiento de Arcos y de numerosas empresas que facilitaron las embarcaciones para extraer la basura del cauce, el transporte de los materiales, las sacas para recoger la basura, herramientas y las bebidas y bocadillos para avituallar al personal (y así lo agradecen las asociaciones organizadoras) fue esencial para que el ‘Flete al Guadalete’ se pudiera desarrollar sin falta de medios, salvo los humanos. Si bien la primera lectura positiva es la acción ciudadana en sí, la segunda es que faltan más manos para una tarea que parece no tener fin, ya que, por mucho que se limpie el lugar aparecen nuevas basuras fruto de un comportamiento irracional.
Además, la retirada de basura de este año entrañaba mayor dificultad al encontrase adheridas las toallitas a las plantas y árboles. De hecho, algún voluntario tuvo que emplear toda la mañana en zarzal que parecía macabramente vestido de ‘blanca’ Navidad. Eso como anécdota, pero las riberas del río también registraban vidrio, plástico, restos de obras, telas, ropa, calzado, tubos de goma… incluso restos de algún vehículo junto al azud: una barbaridad.
Con este dantesco panorama, la asociación sugería sin oficialidad alguna la necesidad de realizar varias campañas a lo largo del año para perseverar en la limpieza del Guadalete, un río por donde a todos gusta pasear, que da sentido a la leyenda de Arcos, que es marco histórico y pulmón de su medio ambiente. Razones de peso para que la sociedad mire de cariño al río que jalona la apreciada belleza de la ciudad y que le da identidad.
El ‘Flete al Guadalete’ se despidió con la siempre agradable convivencia para departir sobre la actividad y cultivar la amistad a los pies de la peña de Arcos, ya junto al molino de Algarrobo, ensimismados con la belleza del tajo natural y reflexionando sobre los aspectos más oscuros que marcan la calidad ambiental del río y su entorno.
Desde la organización han agradecido la generosidad de empresas y particulares colaboradores que han tenido a bien apoyar el ‘Flete al Guadalete’, así la preocupación del Ayuntamiento representado con la presencia en la actividad del delegado Oliver Verhoeven, el buen trabajo y las atenciones del técnico Antonio Junquera, y la asistencia del secretario General de Ai-Pro, Manuel Erdozain. Asimismo, los convocantes agradecen la presencia desde primeras horas de la actividad del jefe de Dominio Público Hidráulico de la Demarcación Hidrográfica Guadalete-Barbate, Antonio Gómez Ferrer, el cual mostró su preocupación por el estado del río y la necesidad de emprender un estudio o un plan que resuelva definitivamente la problemática del Guadalete.