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Notas de un lector

Amar es una íntima leyenda

Desde su poemario “Jimmy, Jimmy”, aparecido en 1976, hasta “Ascensión” (2022), el autor madrileño ha dado a la luz otros 7 títulos

Publicado: 07/07/2025 ·
16:34
· Actualizado: 07/07/2025 · 16:34
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Autor

Jorge de Arco

Escritor, profesor universitario y crítico. Académico de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras

Notas de un lector

En el espacio 'Notas de un lector', Jorge de Arco hace reseñas sobre novedades poéticas y narrativas

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Se reúne en “Revelación” (Bartlebly Editores.), una oportuna y esenciada antología de Javier Lostalé (1942). Desde su poemario primero, “Jimmy, Jimmy”, aparecido en 1976, hasta “Ascensión” (2022), el autor madrileño ha dado a la luz otros siete títulos. Y, en todos ellos, hay un vívido afán que abre las compuertas de su intimidad,y ofrecen un cuenco lleno de luz temblorosa. En estas páginas, se adivina un cuerpo vivo que respira, que sangra, que ama. Cada texto es una hebra de un tapiz tejido con hilos de fuego, donde lo vital, lo amoroso y lo identitariose aúnan y se encarnan.

La voz interior que atraviesa estos textosse sumerge en el universo como quien se lanza al fondo de un lago para buscar el reflejo más hondo de sí mismo. La vida no es aquí un concepto, sino un fulgor constante: una llama incesante, incluso en la ceniza. Lo amatorio aparece como rito y como herida, como plegaria y como piel: un territorio en el que el alma tantea sus propios contornos: “Amar es una íntima leyenda/ que en otro ser se te concibe,/ es estar donde nunca estuviste (…) Amar es una cadencia en la que cada melodía se sueña”.

Los volúmenes que Javier Lostalé ha ido editando de manera pausada y coherente, han sdo -y son- una estación de paso en un viaje iniciático, donde el yo lírico se va desprendiendo de sus máscaras para encontrarse -o fundirse- con su esencia. La identidad, más que afirmarse, se revela como un azogue fragmentado que el poeta intenta recomponer con palabras. Así, su poesía se convierte en un acto de restitución, en una forma de habitar lo quebrado con dignidad y belleza. Aquí y ahora, la lengua, hecha verbo, es materia sagrada. No hay retórica vacía: cada verso parece brotar desde un manantial secreto, donde lo propio se transforma en símbolo y lo cotidiano en signo de lo eterno. Javier Lostalé escribe como quien exhala niebla en la madrugada: deja en el aire algo que antes no estaba, algo que sólo puede surgir de su personalísima voz: “Mortal es la nieve/ a pesar de su hondo deslumbramiento/ que el total penetra en el cuerpo/ sin sombra de labios o destierro (…) Mortal es por ti, aún no nombrado,/ que antes de nuestra ceniza/ en la misma gloria crees”.

La selección ha estado a cargo de José Cereijo, quién en su jugoso prólogo, incide en que “para Lostalé lo vivido sólo consigue plenitud en la experiencia de la escritura”. Y, sin duda que, al par de esta lectura, es posible hallar los lugares interiores en donde la palabra es puente y fuego, frontera y ofrenda. El lector se ve llamado a traspasar los velos y habitar sus enigmas como quien recorre una casa antigua, llena de ecos y ventanas abiertas al alma. En este recorrido, se descubreque la poesía no es solo forma de expresión, sino forma de existencia.

Al cabo, esta Revelación, dice, figura, enseña y despierta. Y en ese despertar, devuelve algo que quizá pudiera creerse perdido: el asombro. Y recuerda, a su vez, que más allá de todo ruido, aún queda un lenguaje capaz de proclamar sin herir,de iluminar sin cegar. Y eso es lo que hace grande a esta compilación: su capacidad de quedarse, de seguir hablando en nosotros cuando todo lo demás calla.

 

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