Recientemente se cumplían los dos primeros años del mandato municipal en curso, un tiempo donde Arcos ha apuntado alto con un mensaje de transformación por parte de su equipo de Gobierno. Con tal motivo, el alcalde de la ciudad ha ofrecido cuantas entrevistas se le han propuesto y concedido para analizar esos dos años de gestión al frente del Ayuntamiento.
¿Alcalde, qué no le han preguntado los compañeros que le hubiera gustado? Como solemos decir, siempre se queda algo…
Se ha quedo poco en el tintero pero es importante que volvamos a repetir nuestro mensaje: llevamos dos años en el gobierno de Arcos y en los que hemos tenido que afrontar muchas cuestiones de calado y de peso que la ciudad venía arrastrando de muchos años atrás. El ímpetu y la pronta que este equipo de Gobierno quería dar a Arcos se están notando. Nos encontramos con muchas cosas por resolver y ya se va viendo color para poner Arcos en marcha. No me han preguntado si voy a tomar vacaciones, pero algunos días cogeré para estar con la familia, lo cual no quiere decir que me desentienda de los asuntos de la ciudad.
¿Considera que su mensaje de cambio, de poner Arcos en marcha, ha calado y está calando en la sociedad?
Teníamos muy claro que éste era el lema. A parte, es una declaración de intenciones porque este Gobierno viene a remangarse y a poner en marcha la ciudad. Es un mensaje también para que la vecindad piense que Arcos es un municipio en el que tenemos que creer y que entre todo tenemos que poner en marcha. Inmediatamente nos pusimos a trabajar para que se notara el cambio y para que ese pesimismo que dominaba el ambiente se terminara. Ahora Arcos está más vivo, activo y en marcha.
Usted viene defendiendo que ha cumplido en gran medida el programa electoral con el que concurrió a las elecciones. ¿Qué sostiene esa afirmación? ¿Con qué hechos más fehacientes se ratificaría hoy y aquí?
Nos presentamos a las elecciones con un programa muy amplio y ambicioso. Tenía muchos ítems a cumplir, pero sí, hemos cumplido con un gran porcentaje. Con este programa queremos llevar a cabo esa transformación de la ciudad. Hay áreas que tienen mayor porcentaje de cumplimiento, como por ejemplo Cultura y Patrimonio cuyo programa está prácticamente cumplido, también El Santiscal… En el tiempo electoral hablábamos aquí del problema de coloración del agua y ya estamos ejecutando la potabilizadora con más de medio millón de euros de inversión. Cuando esté terminada se verá el resultado. También podríamos hablar del planeamiento urbanístico, de la reactivación de La Verbena, de la Plaza del Cabildo y de cuestiones fundamentales que queríamos poner en marcha.
Seguro que en el ejercicio de su trabajo se ha encontrado problemas sobrevenidos, siendo los de la Plaza del Cabildo y puente de San Miguel los casos más significativos posiblemente. ¿Hasta qué punto estos asuntos están marcando la vida de la ciudad y que pronósticos hay para reactivar estos espacios públicos?
Efectivamente, está siendo un mandato marcado por sorpresas negativas y sobrevenidas. La cantidad de lluvia de este año nos ha dejado derrumbes en la calle Alameda, en Álamos, etc. Hemos tenido hundimientos, pero lo importante es no quedarse quieto y buscar una solución. En este caso, las calles funcionaron con prontitud. El puente de San Miguel, con 104 años de historia y sin mantenimiento, se nos partió. Reaccionamos rápidamente y hoy se encuentra sujeto con seis torres de hierro que ayudan a que no se siga moviendo y no haya peligro. Ahora trabajos en la búsqueda de una solución definitiva. Además de ser un elemento de paso, lo es también en el skyline de Arcos. Forma parte de la imagen de Arcos como la torre de Santa María o la de San Pedro, el castillo… No nos imaginamos Arcos sin ese puente. Estamos buscando las soluciones y también para el tráfico en la zona, en el Barrio Bajo donde hay partes y negocios aislados. Es cierto que nos cogió con la lluvia, y hasta que no pararon no pudimos empezar a trabajar. Sobre la Plaza del Cabildo, a mi criterio nunca se le debió tocar, excepto tal vez cuatro retoques estéticos. Nos encontramos con una plaza desmontada prácticamente; una empresa que abandonó por completo la obra. Tuvimos que actuar con urgencia y diligencia porque nos encontramos un montón de tierra y un agujero que no podía funcionar. Llamamos a la Junta y le pedimos que hormigonara la plaza para evitar filtraciones en la peña. Ahora estamos en disposición de licitar las obras y terminar la plaza para su apertura. Al tener la concesión de la obra una empresa privada no podíamos tocarla. Eso ya se ha revertido.
Y una plaza que, por cierto, vuelve al uso público en unos días con motivo de la Velada Flamenca de las Nieves…
Sí, vamos a intentar organizar una velada en las mejores condiciones posibles para disfrute de nuestros vecinos.
Los ayuntamientos, y Arcos no es una excepción, han sufrido tradicionalmente una falta de financiación, por lo que dependen en muchos casos de otras administraciones para sacar adelante sus proyectos y su día a día. ¿Ha cambiado algo en este sentido, es el de Arcos un ayuntamiento financieramente más sostenible? (Decía su compañera delegada de Hacienda que sí, con sus lógicas dificultades).
Cuando llegamos al Ayuntamiento la situación económica era crítica. No había presupuestos y muchos proyectos que podrían dar al traste como la piscina cubierta o el Plan de Sostenibilidad Turística, pendientes de poner dinero desde el Ayuntamiento. En dos años hemos aprobado dos presupuestos y ahora trabajamos en el tercero; de esa forma conseguimos reactivar proyectos que pendían de un hilo. Hemos bajado por primera vez de forma real la deuda del Ayuntamiento, un hito histórico en la economía municipal. Hemos formalizado contratos con empresas que no los tenían, liquidado deudas con la planta de recogida de residuos y enseres de Las Calandrias, Verinsur, Endesa… Hoy tenemos un ayuntamiento más solvente y seguimos trabajando para mejorar la economía. Es fundamental si queremos dar respuesta y servicio a nuestros vecinos: tenemos que tener la economía al día. Dicho esto, en el Ayuntamiento tenemos muchas dificultades para financiar los servicios, y por eso tenemos que recurrir a administraciones como Diputación y la Junta de Andalucía. Para esto hay que llamar muchas veces a las puertas de esas administraciones y ponerse pesado. Por citar un ejemplo, La Verbena llevaba veinte años esperando una actuación que hemos conseguido poniendo de acuerdo a la Junta, Diputación y Ayuntamiento. Así hemos conseguidos los dos millones y medio de euros para que los vecinos vean solucionados los problemas de sus viviendas y salgan a una calle normal, vean una farola… Y los niños y niñas vean una barriada de verdad. Eso se hace remangándose y llamado a puertas.
¿No están siendo suficientes los impuestos ciudadanos para mantener los servicios?
Servicios como la recogida de la basura, limpieza viaria… son deficitarios. Siempre lo han sido, no cubren lo que cuestan. En Arcos se pagan impuestos muy bajos, aunque sea cierto que a nadie guste pagar más. Las cosas cuestan lo que cuestan y se paga muy poco por los servicios. Eso nos crea un desfase entre ingresos y gastos.
Afortunadamente, asistimos cada mes a una bajada del paro. Casi siempre usted lo atribuye al buen hacer de las empresas, pero también a las políticas activas de empleo. ¿Qué está ofreciendo Arcos para crear ese clima propicio para el empleo?
Siempre decimos desde el Gobierno que el mejor camino para el empleo es la formación. Es así. Hemos conseguidos dos millones y medio de euros para políticas activas de empleo, la mayor inversión en la provincia. Eso es fruto del trabajo de la delegada de Fomento, siempre pendiente a las subvenciones en esta materia. El plan más significativo ha sido ‘Andalucía Activa’ con un millón y medio de euros. Hay municipios más grandes en la provincia, pero conseguimos la mayor subvención. Con eso logramos que muchos vecinos no emigren para trabajar y fijar la población al territorio. Además, damos oportunidad a los jóvenes para que tomen experiencia, que suele ser un requisito de las empresas. Cuánto tiempo llevábamos sin escuelas taller, pues las hemos recuperado. Había que homologar aulas que no había y ahora tenemos una escuela taller de Asistencia a Dirección donde los jóvenes se forman, hacen prácticas, ingresan dinero y cotizan a la Seguridad Social. Eso es magnífico pero ahí no nos vamos a quedar.
Decía usted que es un reto, aunque no fácil, situar la cifra de paro por debajo de las 3.000 personas…
Después de dos años de trabajo contabilizamos 634 parados menos en Arcos. Es una cifra considerable. Junto a los planes de empleo como el PFEA, ‘Andalucía Activa’, etc. tenemos el servicio de ‘Andalucía Orienta’, escuelas taller… Formamos a la población pero también hay empresas que están creando mucho empleo. También admito que numerosos arcenses trabajan fuera, pero el trabajo conjunto de todos está siendo positivo. En rara ocasión he dado dato negativo del paro y la inercia es positiva. Me gustaría tener cero paro, pero eso es imposible. Pero sí, por qué no trabajar por ese reto, por situar el paro por debajo de las 3.000 personas…
La cobertura social es un derecho y una obligación de los ayuntamientos. Arcos tiene un sector poblacional que necesita especiales atenciones por su situación, vinculada en ocasiones a la pobreza, marginalidad o exclusión social. ¿Se está atendiendo a la población para evitar ese tipo de situaciones?
Afortunadamente, tenemos un magnífico equipo de trabajadoras sociales en los Servicios Sociales Comunitarios; gente con muchos años de experiencia e implicada, que es fundamental, que da un servicio extraordinario. Aportamos todos los recursos que podemos y estamos pendientes de las subvenciones y distintos programas para tener la mayor cobertura en servicios sociales. No obstante, siempre digo que una buena política social es una política de empleo, para que los vecinos ganen dinero y tengan independencia, aspiren a una vivienda y puedan sacar adelante a sus familias sin tener que recurrir a Servicios Sociales.
Cuando llegó al Gobierno se encontró con el problema del agua que ha sido motivo de debate político todo este tiempo. Todavía le afean desde la oposición que las actuaciones realizadas no han sido suficientes o efectivas. ¿Qué diría al respecto en un momento donde hemos asistido a varias actuaciones y, ahora, a la adecuación de la potabilizadora?
Me hacen gracia esas críticas de la oposición. Me gustaría que me demostraran qué han hecho en ocho años. Surgía una avería y le ponían un parche; al mes de nuevo la avería y el boquete. Los problemas no se pueden maquillar, hay que cogerlos con contundencia. Un ejemplo es la calle Perú, donde salía constantemente un socavón que era parcheado. El problema que es la tubería estaba rota. La solución no era echar asfalto y tapar la pisada; llegamos y cambiamos la tubería. Eso es muy importante para los vecinos porque acabamos con las filtraciones; pero puedo hablar de las calles Mateo González, Pintor Alejo Fernández, Mariano Fortuny, Pintor Zurbarán, Alameda, Pérez del Álamo… Hemos hecho numerosas intervenciones, aunque sea cierto que no son obras bonitas y lucidas. Pero pregúntele al vecino que cruza a diario un socavón con peligro o que sufre filtraciones. Estamos haciendo políticas serias que atajan los problemas. Otro ejemplo es el aliviadero de pluviales en Camino de las Nieves que evita vertidos al río. Intervenciones básicas que hemos realizado en El Santiscal para evitar inundaciones. Hemos empezado por las calles Mariano Fortuny y Pintor Zurbarán, pero continuaremos para rebajar la carga de agua en época de lluvias. Esas son políticas del agua también. El debate, creo, está en torno a la coloración del agua, pero recuerdo la inversión de casi 600.000 euros para la potabilizadora de Fuente del Río que todavía no está terminada, lo estará después de verano, en torno a feria. No obstante, esta infraestructura requiere un tiempo de prueba y adaptación. A partir de ahí el agua de Arcos ganará en calidad. Por eso digo no entender las críticas del PSOE cuando ellos no tomaron determinación alguna. Son cosas que cuestan dinero pero hay que hacer.
La movilidad urbana siempre ha sido un tema espinoso por la falta de aparcamiento y la propia fisonomía de la ciudad. ¿Es una asignatura pendiente acabar con esa imagen de las calles más céntricas saturadas de coches? Hay algunos proyectos precisamente para mejorar la movilidad. ¿Qué nos puede avanzar?
Tenemos en agenda la peatonalización de zonas céntricas que darán vida a Arcos. Queremos hacer peatonal la Corredera y el casco antiguo, adonde solo podrán acceder vendedores y distribuidores, servicios sanitarios y de seguridad durante parte del día. Son medidas pensadas para los vecinos, que son una especie en extinción en el casco antiguo.
La falta de vivienda es un problema general en todo el país. Esta semana se han aprobado en el Pleno medidas para promocionar de alguna manera la vivienda protegida… Usted se proclamaba “el alcalde de la juventud” y es la juventud especialmente la que sufre esa necesidad. ¿Qué le diría a las personas que no tienen una vivienda para emanciparse o formar una familia?
Es un problema de la juventud, pero de la sociedad en general. Aprobamos en el Pleno acogernos a las políticas que pone en marcha la Junta para que haya promotores en el suelo urbano y les sea más rentable construir vivienda protegida. Arcos se ha acogido a esta medida como no podía de ser de otra manera; pero también el futuro planeamiento dará solución a la falta de suelo para viviendas. Al tiempo, hablamos con la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) para poner sobre la mesa suelo público y planes para construir viviendas; es decir, todas las herramientas para que Arcos tenga más vivienda porque somos conscientes de esa necesidad.
El planeamiento urbanístico de Arcos supone un nuevo reto para los próximos años y gobiernos. ¿Cómo es el planeamiento soñado por el alcalde como documento que ofrecería nuevas posibilidades de desarrollo socioeconómico?
El planeamiento es fundamental para el crecimiento de una ciudad. El nuestro es de 1994, por tanto desfasado y sin dar soluciones. Nosotros trabajamos ya en ese planeamiento con un gabinete especializado y con algo importante: con fecha de finalización. Eso nos permitirá tener suelo disponible para vivienda e industrias, es decir, un modelo nuevo de ciudad en muchos sentidos que también combinamos con zonas verdes… Es una herramienta compleja pero por algo había que comenzar. En ocho años de gobierno del PSOE, el planeamiento estaba totalmente paralizado. Si lo hubieran empezado hoy tendríamos un nuevo plan urbanístico.
La ciudad arrastra una red de centros educativos con décadas de antigüedad y donde es preciso actuar constantemente. Dentro de sus competencias, ¿se están atiendo las demandas de las comunidades educativas?
Dentro de nuestras competencias, hemos arreglado todos los aseos de los colegios de Arcos, muchos con cincuenta años de antigüedad. Así dignificamos al alumnado y al profesorado. También recibimos la herencia envenenada del muro del CEIP Juan Apresa que hoy está totalmente reparado. Nadie se acuerda pero era un peligro. También se mejoran pistas deportivas y seguiremos trabajando.
Las barriadas rurales de Arcos siempre demandan el acercamiento de los servicios públicos. ¿Diría que se las está atendiendo dentro de lo complejo que puede ser teniendo en cuenta de que son prácticamente una docena?
Todo es mejorable, pero sí, creo que se están atendiendo. Trabajamos a conciencia para que tengan cuadrillas propias con el plan de empleo, para que estén bien los jardines y que los vecinos tengan los mismos servicios que puedan recibir en el centro de la ciudad. Todos los esfuerzos son pocos. Hay cosas por solucionar pero siempre tendrán aquí a su alcalde y al equipo de Gobierno.
¿Y los caminos rurales tan dañados por las lluvias?, aunque nos constan recientes arreglos, por ejemplo, en el camino de Las Cañas.
Arcos tiene una enorme extensión y numerosos caminos, algunos no nos corresponden, otros sí. Sobre ese camino, conseguimos que la Junta actuara, pero no nos quedamos ahí. Estamos buscando recursos para seguir la tarea, porque en Arcos no puede haber vecinos de primera y de segunda. Todos tienen los mismos derechos.
La renovación y mejora de infraestructuras deportivas va cobrando importancia con actuaciones en los campos de fútbol, la piscina cubierta... ¿Cuál diría es su apuesta y la de su compañero delegado de Deportes?
La piscina está prácticamente lista. Cuando llegué al gobierno me encontré un hoyo con pilares de hormigón. Falta la conexión del gas y un tiempo de prueba para comprobar que lo instalado está en condiciones. La piscina es otro equipamiento que llevaba veinte años dando vueltas, que nunca se terminó. Nosotros nos comprometimos porque es un buen equipamiento. Es el proyecto estrella del mandato, pero también arreglamos el campo de fútbol del Santiscal con la instalación de cubiertas, el entorno de este campo que se está urbanizando como futura entrada de la ciudad deportiva del Santiscal; también se mejora el césped en el estadio del Barrio Bajo y se sustituirá en el campo de Jédula. Al tiempo, se trabaja en las cubiertas del pabellón, se ha cambiado la depuradora de la piscina municipal, arreglo de pistas de pádel, etc. En definitiva, se está invirtiendo de manera importante, sin olvidarnos de la construcción de la escuela náutica.
Se le afea en ocasiones desde la oposición que son muchos los eventos festivos y culturales que organizan en detrimento de otro tipo de políticas. ¿Qué piensa al respecto?
Veo complejo de inferioridad en las críticas del PSOE, que de alguna forma tiene que defender su inacción de ocho años. Son los responsables del Arcos está muerto, y nosotros del Arcos en marcha. Tienen que dar la vuelta al mensaje. Pero es que todo no son fiestas, acabo de citar decenas de actuaciones realizadas en todos los ámbitos de la gestión: mejoras deportivas, potabilizadora, Plaza del Cabildo, La Verbena, asfaltado de calles, arreglo de parques…, pero la oposición se queda con lo llamativo. Hay que tener cuidado con esos comentarios porque hay que distinguir entre fiestas y cultura; cuando hacemos una Noche en Blanco estamos promocionando los monumentos, desnudando Arcos para que todo el mundo lo vea; ‘La Pasión Según Arcos’ que es cultura… Creo que se han perdido ocho años para que la gente disfrute de actividades en su propia ciudad. Por tanto, mi conciencia muy tranquila respecto a todas las áreas y gestiones. No obstante, dije que sería el alcalde de los jóvenes y entiendo que hay que darles actividad. Me mata cuando una madre me dice que los jóvenes no tienen nada que hacer… Les tenemos que dar su sitio, que no cojan el coche y se queden aquí.
En el terreno político, no hace mucho le preguntaba por “la salud” del pacto entre PP y Ai-Pro. ¿Ha cambiado algo desde aquella afirmación de que todo va bien…? ¿Se está cumpliendo esa estabilidad de poder en función a la representación de sus grupos?
Las relaciones siguen siendo buenas. Como cualquier matrimonio, podemos tener desavenencias, pero insisto, la relación es buena. El pacto de gobierno no tiene fisuras y seguimos la misma dirección. Es un tema que no nos preocupa. Cuando Leopoldo Pérez era el líder de Ai-Pro todo iba bien y, ahora, con María José Muñoz, igualmente.
¿Se siente un alcalde especialmente criticado o lleva con normalidad democrática ese juego del enfrentamiento dialéctico entre partidos?
Cuando voy por la calle y hablo con los vecinos, no siento ningún tipo de animadversión, ningún tipo de violencia. Es normal que me digan que una farola no funciona, que hay que mejorar un parque, etc. pero para eso estamos, para escuchar. Yo estoy a diario en la calle, pero hay herramientas perversas que utiliza feamente la oposición. Me refiero a perfiles falsos en redes sociales, una política rastrera y bajuna. Pero otros partidos estamos para remangarnos, partidos que se dedican a trabajar y otros a embarrar. Los ciudadanos me eligieron como alcalde para remangarme y trabajar, otros que hagan lo que les dicte su conciencia. Las redes sociales crean crispación y es una pena porque es una buena herramienta.
Decía su compañero delegado de Cultura que su gran virtud es que es una persona trabajadora. Ahora llega el mes vacacional por antonomasia. ¿Echará el freno como se dice o seguirá en los despachos y a pie de calle?
Es imposible echar el freno. Aunque no estaré siempre de cuerpo presente, estaré pegado al teléfono. No puede ser de otra manera. Pero tengo familia y estaré unos días fuera con mi esposa e hija. Todavía no sé cómo y cuándo. Pero hay que descansar por la familia.
Tenemos entendido de que va a ser padre por segunda vez. ¿Qué Arcos le quiere dejar a sus hijos?
Recuerdo de las entrevistas electorales que el motivo por el que me presentaba a la Alcaldía era dejarle a mi hija un futuro mejor, una ciudad mejor. Por eso me siento tan identificado con los jóvenes. Es muy triste que los padres te digan “Miguel, en Arcos no hay futuro, no hay oportunidades…”. Yo quería revertir esa situación, aunque lógicamente hay mucho por hacer. Aspiro a una sociedad más democrática, eso se consigue dando ejemplo desde las administraciones, entiendo que la dialéctica política tiene que existir, pero cara a cara, discutiendo pero con respeto y educación; que las malas praxis abandonen nuestra ciudad.
¿Qué espera de los dos años que quedan para agotar el mandato?
Que los proyectos lastrados salgan adelante: Plaza del Cabildo, potabilizadora, piscina cubierta, Verbena… También finalizar otros proyectos pendientes que irán viendo la luz. Y algo muy importante: queremos ofrecer un ayuntamiento más ágil, donde las licencias tarden menos en salir adelante y que, en definitiva, el vecino tenga una respuesta más rápida de su ayuntamiento. Hay muy buenos profesionales pero muchas veces faltan recursos. Creo que podemos tener un ayuntamiento más ágil, que sigamos bajando el paro y que los jóvenes se sientan satisfechos con este equipo de Gobierno.
Muchas gracias, y si toma o no vacaciones, que tenga un buen verano.