El Ayuntamiento de Arcos ha retomado esta semana los trabajos de fumigación contra la cochinilla del carmín, la plaga de las chumberas. Las tareas se han hecho visibles en el mismo Paseo de Boliches, desde el que se ha procedido a fumigar las plantas que se encuentran en la ladera de la peña, es decir, en aquellos lugares donde la maquinaria no puede acceder.
Según señala el delegado de Medio Ambiente, Diego Carrera, los trabajos se dirigen fundamentalmente a acabar con las molestias que sufren los vecinos de Arcos y muy especialmente los habitantes del casco antiguo, pues la zona se encuentra flanqueada por multitud de chumberas como foco y origen de la plaga de insectos. No obstante, los problemas afectan al resto del término municipal.
Carrera asegura que, desde que se detectó el problema hace casi un año, la Delegación no ha parado de trabajar y buscar soluciones, las cuales han pasado en algunos casos por el arranque de las plantas y su posterior enterramiento, siempre que la orografía del terreno haya permitido el acceso de maquinaria pesada, como se ha dado en el Cerro de la barriada la Paz y en otros lugares como Cuesta Noriega.
En todo este proceso apareció el escollo de un yacimiento arqueológico cuya importancia no ha sido determinada oficialmente. Un arqueólogo permanece al lado de la maquinaria, en la ladera de la peña, comprobando que no se dañen los restos, fundamentalmente cerámicos, que han aparecido recientemente y que están siendo objeto de estudio. “Estamos actuando lo más rápido posible y con la mayor diligencia para terminar el problema”, declaraba Carrera.
Recientemente, otros municipios de la zona han comenzado a denunciar también los problemas derivados de la plaga de la cochinilla del carmín, caso de Espera.