Todo parece armonía y belleza en las princesas Disney, pero analicemos a cada una de ellas y cómo sería realmente su vida en relación con el entorno, las dificultades y los trabajos que las rodean:
• Blancanieves: escapa de su madrastra, quien no le permite relacionarse con otras personas. Esta situación podría provocar enfermedades como demencia, problemas cardiovasculares, depresión y ansiedad. Tras huir, se ve obligada a convivir con siete enanitos a los que debe atender realizando labores domésticas, algo que también veremos en el caso de Cenicienta. Estas tareas domésticas constantes pueden generar otras enfermedades.
• Jasmine: vive en un palacio, por lo que, al igual que Blancanieves, solo se relaciona con el personal del castillo y los príncipes que la visitan. Para combatir esta soledad tiene como mascota a Rajah, una tigresa, lo que la expone a enfermedades zoonóticas (transmitidas por animales), además del riesgo de lesiones graves (traumatismos craneofaciales y cervicales) debido a que se trata de un animal salvaje.
• Cenicienta: pierde a su padre siendo aún joven, algo común entre las princesas Disney, lo que conlleva ansiedad, depresión y una pérdida prematura de la infancia al verse forzada a madurar rápidamente. La dependencia de su malvada madrastra y sus hermanastras agrava su situación emocional. Además, como Blancanieves, realiza extensas labores domésticas que le ocasionan dolores musculares, posturas forzadas con posibles alteraciones en la columna vertebral y exposición al polvo, lo que puede causar enfermedades pulmonares. Su médico de cabecera le habría recomendado compartir las tareas con el resto de la familia, rociar los suelos antes de barrer para evitar levantar polvo, usar escobas de mango largo para prevenir posturas forzadas y protegerse adecuadamente al limpiar chimeneas, dado el riesgo de enfermedades pulmonares, incluido el cáncer, por inhalación, ingestión o absorción cutánea del hollín. Sin contar con la purpurina mágica de la varita del hada madrina: se trata de microplásticos recubiertos de aluminio, que también pueden llegar a los tejidos pulmonares.
• Pocahontas: desafía las leyes de la física al saltar desde un acantilado, en una caída al agua que dura unos nueve segundos. Con una altura aproximada de 1,65 metros, un peso de 65 kg y condiciones ambientales normales, eso implicaría un salto desde unos 252 metros. Saltar de cabeza desde solo 15 metros ya puede causar lesiones en la clavícula y cervicales; desde más de 250 metros, implicaría una muerte segura.
• La Bella Durmiente: al pincharse con una rueca, queda sumida en un profundo sueño a los 16 años, y permanece así durante muchos años hasta que es despertada por un beso de amor verdadero. Encamada durante tanto tiempo, Aurora (su verdadero nombre) tendría altas probabilidades de desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares, ictus, obesidad, infecciones urinarias, uso de absorbentes de orina (pañales), además de atrofia muscular y úlceras por presión.
• Mulán: se disfraza de hombre y asume ese rol para defender el honor de su familia, ingresando en el ejército imperial chino para luchar contra los hunos. Afronta una presión familiar intensa al ser la única capaz de proteger a los suyos. Además, es forzada a un matrimonio concertado, lo que podría desencadenar depresión, ansiedad, violencia, odio y, como consecuencia, trastornos de la personalidad, deseos de venganza y desarraigo familiar al unirse al ejército siendo tan joven.
• Bella: mantiene una relación tóxica con una bestia que, aunque se expresa como humano, es prepotente, egoísta, narcisista y con un perfil de maltratador y embustero. Este tipo de relación puede provocar maltrato psicológico, baja autoestima, depresión y ansiedad. Además, al tratarse de un ser mitad animal, existe riesgo de contraer enfermedades graves como la rabia o la brucelosis.
• Rapunzel: sufre un aislamiento prolongado impuesto por la bruja Gothel, y posee una melena de más de 21 metros. Este exceso de peso genera daños en los folículos capilares y alopecia por tracción a largo plazo. Además, su cabello es utilizado por Gothel para trepar, lo que causa dolor en el cuero cabelludo, cefaleas y problemas en la columna vertebral y musculatura, incluyendo escoliosis y contracturas frecuentes.
¿Todavía queremos ser una princesa Disney?