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Barbate

Fallece Muhadín Kishev, Hijo Adoptivo de Barbate y maestro del color universal

Barbate despide con tristeza y gratitud a Muhadín Kishev, pintor ruso de renombre internacional e Hijo Adoptivo del municipio

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  • Muhadín Kishev, Hijo Adoptivo de Barbate

Barbate despide con tristeza y gratitud a Muhadín Kishev, pintor ruso de renombre internacional, Hijo Adoptivo del municipio y alma sensible que encontró en la luz de Los Caños de Meca un rincón donde seguir desplegando su universo pictórico. Su fallecimiento deja un vacío inmenso en la comunidad artística y en todos quienes tuvieron el privilegio de conocer su obra y su humanidad.

Nacido en la República de Kabardino-Balkaria, en el corazón del Cáucaso, Muhadín Kishev supo llevar la riqueza espiritual de su tierra natal al lienzo, fundiendo tradición y modernidad con un lenguaje visual que no conocía fronteras. Reconocido como uno de los grandes artistas de la generación pre-glásnost, su obra figura en museos de la Federación Rusa y en colecciones privadas repartidas por todo el mundo.

A lo largo de más de cuarenta años de trayectoria, Kishev participó en decenas de exposiciones individuales y colectivas, y fue distinguido como miembro de la Unión de Artistas, Pintor Emérito de Kabardino-Balkaria y académico de la prestigiosa Academia Rusa de las Artes (RAA). Su talento brillante lo llevó a cruzar fronteras, trabajando en Londres con los Chisenhale Studios, y más adelante, eligiendo España como refugio creativo y vital.

En Los Caños de Meca, donde residió durante años, encontró una segunda patria, un hogar de salitre y claridad desde el que continuó explorando los misterios del color y la forma. Su pintura, rica en matices y lirismo, abarca desde el monotipo hasta la gran composición simbólica, y siempre se mantuvo fiel a una visión poética del mundo.

“El arte debe nacer del alma”, decía Kishev, y eso se percibía en cada trazo suyo: en el modo en que los tonos se entrelazaban, en la serenidad de sus paisajes interiores, en la mirada atenta y generosa que proyectaba sobre todo lo que tocaba. Su legado no solo es plástico: es emocional, espiritual y humano.

Barbate, que lo acogió y lo reconoció como Hijo Adoptivo, honra hoy su memoria con afecto y admiración. Muhadín Kishev fue, es y será un puente entre culturas, un embajador de la belleza y un testigo eterno de la luz.

Descanse en paz.

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