Lola Pons es filóloga e historiadora de la Lengua, catedrática en la Universidad de Sevilla y fundadora de Historia15, una página web de proyectos de investigación relacionadas con la historia del español. Además, es autora de numerosos libros de divulgación del español y sus usos. Pons es una divulgadora del saber lingüístico excepcional por tener el don de la comunicación y el de sapiencia a partes iguales. Y ha tenido y está teniendo un relevante papel en la celebración del Congreso de la Lengua.
Finalmente el Congreso se ha quedado en Cádiz...
–... y lo siento por Arequipa, porque pierde mucho y lo pierde por el nuevo temblor político de un país hispanoamericano.
¿Qué tiene Cádiz de peculiar lingüísticamente hablando?
–Una reconocible prosodia con curva melódica ascendente en enunciados interrogativos, un alto nivel de ceceo, el uso de /s/ del tipo predorsal convexa (la que llamamos coloquialmente “s sevillana”), empleo de “ustedes” como pronombre de cortesía y de familiaridad, simultáneamente, aunque con paradigmas verbales distintos, y, obviamente, como en cualquier variedad de lengua, el empleo de algunas palabras diferenciales respecto al español general.
En el año de Nebrija, ¿qué pensaría él sobre cómo ha evolucionado la lengua?
–Era purista con el latín, pero no con el castellano. Rechazaba el latín medieval contrahecho, propugnaba un bien latín humanista. Para el castellano, introdujo en sus diccionarios palabras novedosas para su tiempo, como la famosa “canoa”, primer americanismo que se introduce en un diccionario europeo.
¿Considera que los académicos deberían escuchar más a los hablantes, que son al fin y al cabo quienes la usan?
–La pregunta parte de la idea de que el diccionario construye la lengua, y lo cierto es que el diccionario académico refleja la lengua, aunque dejando un tiempo de cuarentena a las palabras para ver si son efímeras o no.
¿Qué aporta Cádiz a nuestro idioma?
–En esta semana, Cádiz aporta con toda generosidad una sede, un caudal humano que acompaña al congreso y a los miles de congresistas y el entusiasmo por improvisar en semanas una cita que se planea con años de antelación. No es poco, y cuando pongan en duda la capacidad de trabajo de los andaluces deberíamos recordar este congreso.
¿Deberíamos los periodistas dominar más la lengua?
–Entiendo que los periodistas domináis la lengua, pero no siempre domináis las normas ortográficas y la corrección lingüística; el mal uso de la lengua retrata a un profesional. Quien habla y escribe bien tiene más de la mitad del puesto ganado.
La Yod tuvo mucha “culpa” en la evolución del español actual. ¿Qué otro fenómeno lingüístico ha implicado un antes y un después?
–En el siglo XVI, cuando surgen el seseo y el ceceo, se nivela la sintaxis del español y se renueva parte de nuestro vocabulario.