En concreto, la moción presentada por el PPC proponía emplazar al Ejecutivo central a realizar las reformas necesarias para “prohibir la utilización de vestidos o accesorios que cubren totalmente la cara y que impiden la identificación y la comunicación visual tanto en la vía pública como en los edificios y equipamientos públicos”.
Además, la iniciativa del PPC instaba al Govern a apoyar a los ayuntamientos que decidan realizar las reformas de las ordenanzas municipales necesarias para prohibir la utilización de vestidos o accesorios que cubran totalmente la cara.
Precisamente este último punto se ha votado separadamente de los demás e, inesperadamente, ha sido aprobado por 56 votos a favor, 53 en contra y dos abstenciones, en una extraña votación en la que sólo han votado 111 diputados, cuando sólo unos segundos antes el resto de puntos de la moción habían sido rechazados por 70 votos a 61, lo que suma un total de 131 parlamentarios.
En medio de un gran jolgorio en la bancada de la oposición y de la absoluta perplejidad en los escaños del tripartito, el presidente del Parlament, Ernest Benach, ha suspendido unos minutos la sesión y, tras revisar la moviola parlamentaria desde la sala de control del hemiciclo, ha llegado a la conclusión de que se ha producido un “error técnico” que ha impedido votar a una veintena de diputados.
Benach ha vuelto a someter a votación este punto que, entonces sí, ha sido rechazado por PSC, ERC e ICV-EUiA, en una votación que la oposición ha decidido boicotear al dudar de la versión oficial y atribuir al “error humano” de varios diputados la aprobación inicial de una parte de la moción del PPC.