Llega una chirigota de Ecija, y le toca cerrando función tras el cabeza de serie. La inercia de cierto público es irse, a pesar de que la hora no es avanzada. Quien se queda la disfruta, y es una de las grandes sorpresas de este concurso. Y le da la vuelta a la teoría de que venir de fuera presupone baja calidad y ser de aquí te da el marchamo. Teoría que más simplista no puede ser. El concurso es y debe ser tal como es. Con puertas abiertas a todos.
Como mucho yo pondría que quien no alcance determinados puntos pierde la fianza, como si hubiera tenido "alquilado" el espacio escénico sin haber dado buen provecho de él. Tal vez así los que son malos y lo saben, de fuera o de dentro, se cortarían un poco.
Por lo demás el concurso es sostenible mientras tenga una cifra de participación parecida a la de este año. Siendo un concurso tempranero, se va a desarrollar al menos la mitad recogiéndonos antes de las doce.
El año que se vea venir una excesiva participación con fechas cercanas a Navidad, habrá que pensar en poner una cifra máxima de agrupaciones, y el criterio no deberá ser "Los de dentro los de fuera" sino cuántos puntos obtuviste en la última participación.
Sumatorio de puntos de cada componente. Los huecos libres por sorteo. Nosotros no podemos compararnos con otras fiestas más elitistas y cerradas. Recuerden que presumimos de ser cuna de la libertad. Y es un orgullo que se nos distinga por eso.